Martín Palermo, uno de los máximos ídolos en la historia de Boca Juniors y del fútbol argentino, no oculta su deseo de volver a dirigir en la Liga MX. Tras su breve paso por Pachuca en 2019, el exdelantero argentino reconoce que el balompié mexicano le dejó una buena impresión y que tiene pendiente una segunda etapa para demostrar todo su potencial como técnico.
Aunque su experiencia anterior no fue duradera, el “Titán” quedó fascinado con la infraestructura de los clubes aztecas y considera que ese entorno profesional es ideal para su estilo de trabajo. En diálogo con “El Universal", expresó abiertamente sus intenciones: “Ojalá pronto se abra la puerta para regresar a México. Tengo muchas ganas de mostrar mi forma de trabajar”.
Además de hablar sobre su futuro, el máximo goleador de Boca se tomó un momento para elogiar a Santiago Gimenez, delantero de la Selección Mexicana y actual jugador del Milan. El ex goleador no escatimó en halagos y valoró tanto su nivel como su proyección internacional.
Palermo y su visión sobre Santi Gimenez
Para Martín, el “Bebote” tiene lo necesario para convertirse en el gran referente del ataque mexicano:
“Es un tipo distinto, de gran calidad y capacidad como atacante. Confiamos en él para ser el referente de los futbolistas mexicanos. Es una buena noticia para México que compita al más alto nivel”, afirmó el histórico goleador.
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Palermo también reveló que conoce a “Santi” desde hace tiempo gracias a su amistad con Christian "Chaco" Gimenez, el padre, con quien compartió vestuario en el cuadro azul y oro.
“Lo conozco por la relación con el Chaco Gimenez. En esa etapa, me contaba del proceso de maduración en el que rindió y dio el salto a Europa. Se ha ganado su lugar en las grandes ligas de Europa. Él sabe que su puesto depende de los goles y tiene que aprovechar las oportunidades”.
Un posible regreso con cuentas pendientes
Si bien su etapa en Pachuca fue corta, el sudamericano considera que todavía tiene mucho por aportar al fútbol mexicano. Su experiencia como jugador de élite, sumada a los aprendizajes en su carrera como técnico, lo motivan a buscar una revancha. A sus 51 años, el exseleccionado albiceleste mantiene vivo el deseo de regresar, esta vez con más herramientas para dejar huella desde el banquillo.
