Franco Colapinto no vive el presente soñado en la Fórmula 1. El corredor argentino, que irrumpió con fuerza en 2024 como parte del programa de Alpine, reconoció abiertamente que su adaptación al equipo no está siendo sencilla. En la previa del Gran Premio de Hungría, habló con crudeza sobre los altibajos que viene enfrentando desde su llegada.
Si bien su debut en Imola fue alentador, con ritmo cercano al de su compañero Pierre Gasly, con el tiempo comenzó a perder sensaciones al volante. Esa caída en la confianza se tradujo en un rendimiento irregular, lo que encendió las alarmas dentro del equipo francés. Ahora, el pilarense busca reconstruir ese vínculo con el auto para volver a su mejor versión.
Sin titubear, aseguró que aún no tuvo un fin de semana donde todo saliera como esperaba. Problemas en el setup, desconexiones en la comunicación y dificultades en la entrada de curvas son algunos de los puntos que todavía no logra resolver. Sin embargo, mantiene la fe en que las mejoras recientes puedan marcar un punto de inflexión.
Las duras declaraciones de Franco Colapinto
En una entrevista con ESPN, Colapinto fue directo: “No la estoy pasando bien”. Reconoció que cada fin de semana surge un nuevo obstáculo y que le está costando poner todo en orden: desde la conexión con el equipo hasta el rendimiento general del coche. Admitió que extraña la confianza que tenía el año pasado en Williams, donde todo parecía fluir con naturalidad.
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“Es duro cuando sentís que no viene todo junto. Al final estoy mejorando, pero un fin de semana pasa una cosa; otro, otra. Se van acumulando cosas y no ponemos todo juntos. Eso es lo que hay que mejorar. Hay que trabajar más la comunicación, tener una conexión un poco más fuerte. Es lo que estamos buscando; y estar un poco más cómodo en general”.
La clave está en recuperar el feeling del debut
Para el argentino, la clave está en entender por qué se sintió tan cómodo en su primera carrera en Imola y qué cambió desde entonces. “Si logramos identificar qué pasó ahí, todo va a ser más fácil”, dijo. Cree que el coche tiene potencial, pero necesita encontrar ese "clic" que le permita explotarlo al máximo. Hungría podría ser una nueva oportunidad para dar ese paso.
