Los Charros de Jalisco se encuentran al borde de la gloria en la Liga Mexicana del Pacífico tras una emocionante victoria por 3-2 sobre los Tomateros de Culiacán en el Juego 5 de la Serie de México. Este triunfo, decidido en la parte baja de la novena entrada con un dramático walk-off de Mateo Gil, no solo representa un paso crucial hacia el campeonato, sino también una muestra de la resiliencia y el trabajo en equipo que ha caracterizado a los tapatíos en esta temporada.
El partido estuvo lleno de emociones desde el inicio. La actuación en el montículo de Manny Bañuelos fue clave para mantener a los Charros en el juego. Con seis entradas de trabajo, permitiendo solo una carrera, el zurdo se redimió tras un primer partido complicado en la serie. Sin embargo, el cierre estuvo en manos de Trevor Clifton, quien logró sortear momentos de alta tensión en la última entrada, a pesar de que los Tomateros lograron empatar momentáneamente el marcador.
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El desenlace del encuentro recayó en Mateo Gil, quien había tenido una participación discreta a lo largo de la serie. Su imparable en la novena entrada, tras una sequía ofensiva personal, no solo dio la victoria a los “Medias Azules", sino que también demostró la profundidad y la capacidad de respuesta del equipo en los momentos más críticos. Aunque el festejo fue interrumpido por una revisión, los umpires finalmente validaron la jugada, desatando la alegría en el Estadio Panamericano.
Los Charros y un camino hacia la gloria
El paso hacia el campeonato no ha estado exento de obstáculos. La expulsión del manager Benjamín Gil en la primera entrada tras un acalorado reclamo contra el umpire principal, Sócrates Marín, marcó el inicio de un duelo cargado de tensión y controversia. A pesar de ello, los Charros mostraron una fortaleza mental notable, recuperándose de un inicio complicado para tomar la delantera en la serie.
Ahora, con una ventaja de 3-2, los vencedores viajarán a Culiacán con la misión de sellar el título en el Juego 6. La clave para el equipo será mantener la calma y continuar ejecutando en momentos cruciales, como lo han hecho hasta ahora. En caso de ser necesario, un séptimo y definitivo juego se disputaría el miércoles, donde la presión estaría en su punto más alto.