En el marco del 20º aniversario del título de la Serie Mundial conquistado por los Chicago White Sox en 2005, el exjugador Paul Konerko recibió un obsequio muy especial por parte del Santo Pontífice Papa León XIV, que une dos pasiones: el béisbol y la fe. ¡Entérate de los detalles!
El emblemático primera base, seis veces All-Star, fue sorprendido con una camiseta firmada por el Papa, el primer obispo estadounidense en la historia, nacido en Chicago y reconocido fanático del equipo. La entrega del jersey, que llevaba el apellido de la exestrella y el nombre “papa Leo” sobre el número 14, fue realizada por el cardenal Blase Cupich, arzobispo de la ciudad, durante una ceremonia previa al partido contra los Cleveland Guardians.
Robert Prevost, ahora Papa León XIV, vivió de cerca aquella histórica Serie Mundial de 2005, ya que asistió al juego inaugural contra los Houston Astros en el Guaranteed Rate Field. Desde su asiento en la sección 140, fila 19, disfrutó de la barrida en cuatro juegos que puso fin a una sequía de 88 años para los Medias Blancas. El vínculo entre el arzobispo y el equipo no es casualidad: su afición y los recuerdos de aquella época quedaron inmortalizados recientemente en una instalación gráfica en el estadio, que recuerda el momento y su presencia en el juego.
Mientras la ciudad celebra la conmemoración del campeonato con los integrantes del equipo de 2005 reunidos en Chicago, el homenaje al Papa y a la memoria del fallecido cerrador Bobby Jenks se suma a las actividades. El equipo también descubrió una estatua del exlanzador Mark Buehrle, cerrando un fin de semana cargado de emociones y reconocimientos.
El significado del regalo
La camiseta firmada por el Papa León XIV no es un objeto cualquiera. Más allá de ser una prenda deportiva, simboliza la conexión personal entre un ícono religioso y un ícono deportivo de Chicago. Con el número 14, compartido por ambos personajes, el jersey representa una alianza simbólica entre la historia del béisbol y el legado espiritual del nuevo pontífice. Esta singular pieza será un recuerdo invaluable para Konerko y un testimonio del impacto que tuvo aquel título para toda la ciudad.
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El cardenal Blase Cupich, figura principal de la Iglesia Católica, fue el encargado de entregar este significativo presente. En la ceremonia previa al partido contra los Guardians, destacó la importancia de la fe y el deporte como elementos que unen a la comunidad. La entrega oficial de la camiseta se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la celebración, reforzando la relación entre el Vaticano y los White Sox.
Chicago celebra y recuerda a sus leyendas
El 20º aniversario de la Serie Mundial reunió a figuras emblemáticas del equipo de 2005 en un fin de semana cargado de homenajes. Además del regalo al exjugador Konerko, los White Sox portaron parches en honor a Bobby Jenks, recientemente fallecido, y presentaron una estatua dedicada a Mark Buehrle, su histórico lanzador.
Estas acciones reflejan el profundo respeto y cariño que la organización y la ciudad mantienen por quienes dejaron huella en una de las épocas más gloriosas de su historia.
