A sus 23 años, Teófimo López se convirtió en el campeón indiscutible de los ligeros al imponerse por decisión unánime a Vasyl Lomachenko, quien arrancaba como favorito, en una pelea que dejó qué desear después de ser señalada como "la pelea del año".
Con este triunfo, López sumó a su título de la Federación Internacional de Boxeo en la división de los ligeros, los cinturones también de la Asociación Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo.
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El estadounidense, rey de la división, se convirtió en el séptimo peleador en la historia en unificar campeonatos de los cuatro organismos más importantes del boxeo. El primero en conseguir la unificación fue Bernard Hopkins en el 2004, quien después fue destronado por Jermaine Taylor en el 2005; Terence Crawford y Olexandr Usyk lo consiguieron en 2017 y 2018. Por el lado femenil, Cecilia Braekhus y Katie Taylor son las únicas con ese logro.
El primer round fue rutinariamente de estudio, con los dos pugilistas marcando distancias y calando a su rival. Ya en el segundo se notó una leve propuesta de Teófimo López por tomar una delantera y buscaba impactar más. El ucraniano esperaba con cautela.
López conectó a Loma en varias ocasiones y comenzó a inclinarse la balanzar del lado del de sangre hondureña. En el cuarto episodio López se llevó a las cuerdas a Loma, pero no fue con decisión ni potencia, lo que permitió que el ucraniano saliera y contraatacara.
En el quinto, ambos presentaron lastimaduras en el rostro. Fue más notorio el pómulo izquierdo de López, hinchado, lastimado, aunque a Lomachenko le lastimaron los dos lados y parte de la boca.
Fue en el sexto round cuando Lomachenko logró sacar su estrategia, comenzando a desesperar a Teófimo, que aunque lanzaba golpes, pocos eran bien conectados y poco daño le causaron al ucraniano.
Hasta ese momento, López se imponía en cinco de los seis primeros rounds. En el séptimo comenzó a ganar terreno Lomachenko, en una pelea que dejaba algo que desear al tildar a este combate como la pelea del año.
Fue hasta el octavo round cuando comenzaron a prenderse y a trenzarse en serie de golpes por parte de ambos. Antes, hubo un pequeño choque de cabezas que puso en riesgo el combate. La advertencia fue para López por parte del réferi.
Lomachenko poco a poco comenzó a emparejar la pelea, que hasta entonces se lo estaba llevando el de sangre hondureña. En el décimo Loma comenzó a tirar metralla y a castigar a López.
En los últimos dos rounds se notó la fatiga de López y Lomachenko se fue terminando sus piernas. Debajo de la ceja derecha, López tuvo un corte y la pelea fue parada a 25 segundos del final. Lo restante no fue sino una espera por que la pelea explotara.
Al final, las tarjetas de los jueces beneficiaron a López, quien celebró con una pirueta y un "muñeco de nieve" en ring.
FDR