Mike Tyson fue un campeón de otro tiempo. A la leyenda salvaje le tocó enfrentar grandes funciones, pelear campeonatos y exponer su invicto en una época sin redes sociales ni la cantidad de promotores que existen ahora. Por eso, cada tanto en alguna entrevista, ‘Iron Mike’ se refiere a su pasado con nostalgia y romanticismo.
Recordar esos años, la época de los 80 y 90, cuando se convertía en leyenda sobre el ring, le trae conclusiones poco alentadoras para el futuro. Sobre todo, cuando existe un espectáculo llamado UFC, que, inevitablemente para él, roba reflectores a las peleas que se celebran actualmente en el pugilismo.
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Durante el show ‘Food Truck Diaries’, Tyson cuestionó la realidad del box, su presente respecto al pasado, y lo comparó con el nivel que ha alcanzado la UFC, un mundo en donde -dice- no hay tiempo para combates aburridos ni peleadores sin sacrificios.
“Es la UFC la que está tomando la delantera. Si ves una pelea aburrida en UFC, nunca vas a volver a ver a esos peleadores. Se van a trabajar como esquimales al Sur de Dakota en algún lugar. Nunca los verás de nuevo. Así que, si vas a pelear ahí, más te vale que sea emocionante o nunca te volverán a ver”, dijo, remarcando las diferencias con el boxeo actual.
El mal de los promotores
Para Tyson, las razones del rezago en el mundo del pugilismo tienen que ver con los promotores y el dinero que ofrecen o reciben, para acordar un combate entre campeones del mismo nivel.
“El promotor está tratando de sacarle (al peleador) el máximo dinero antes de sacrificarlo. Puede que sepa que su peleador no le puede ganar al otro, entonces trata de conseguir la mayor cantidad de peleas que pueda ganar, para sumar la mayor cantidad de dinero posible y luego mandarlo al sacrificio”, concluyó.
Tyson regresó al cuadrilátero en noviembre pasado ante Roy Jones Jr., en un combate de exhibición que despertó el interés de miles de aficionados al boxeo. No por su presente, está claro, sino por su legendario pasado. La posibilidad de enfrentar de nuevo a Evander Holyfield, su antagónico rival, está todavía en el aire.
AH