Erik, el Terrible Morales y Manny, Pacman Pacquiao han protagonizado la que es, sin duda, una de las mejores trilogías en la historia del boxeo profesional. El azteca podrá presumir a lo largo de su vida el ser uno de los pocos mexicanos que pudo derrotar al hoy político filipino en 2005, cuando lo venció a través de una decisión unánime.
Las siguientes dos funciones entre ambos no tuvieron resultados benéficos para el atleta de 45 años de edad. En la segunda pelea, este cayó con su rival gracias a un nocaut técnico, mientras que en la tercera batalla el resultado fue aún más brutal. Y si bien el Terrible Morales tuvo contrincantes de categoría en su carrera, es un hecho que Pacquiao es uno de los más importantes en esta.
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Tal y como ha sucedido en los más recientes años con boxeadores que han salido del retiro, diversos rumores han señalado que tanto el mexicano como el filipino podrían volver al ring para medirse una cuarta y última vez a fin de que Erik logre igualar la rivalidad contra el funcionario de 42 años; no obstante, hasta ahora nada está confirmado pese al deseo de los aficionados al pugilismo.
¿Qué pasó entre el Terrible Morales y Pacquiao en la tercera pelea?
El combate definitivo entre Morales y Pacquiao trajo consigo la caída del mexicano y, por ende, su segunda derrota ante el filipino. De aquella situación, el atleta recientemente reveló el secreto mejor guardado que tiene relación con la decisión que tanto él como sus cercanos tuvieron para ya no levantarse a seguir peleando.
Fue en una charla con Marco Antonio Barrera en "Un Round Más" en donde el nacido en Tijuana confesó que ya no continuó con la pelea debido al brutal golpe que sufrió en el oído durante el segundo episodio del combate, mismo que fue suficiente para desbalancearlo y para que no pudiera demostrar su mejor nivel en el ring.
Cuando cayó por tercera vex, Morales reveló que volteó a ver su padre y, al verlo tan ansioso por lo que estaba ocurriendo, tomó la decisión de ya no continuar la pelea asegurando que "no valía la pena", por lo que optó por guiñarle el ojo para, segundos después, terminar con lo sucedido.
Finalmente, el mexicano también destacó que lo anterior no es una excusa, por lo que aceptó que, si continuaba, Pacquiao lo iba a destrozar dado que llegó al evento mucho más preparado de lo que pensaba.
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AC