El boxeo está al borde de presenciar uno de los enfrentamientos más esperados de los últimos años: Saúl Álvarez contra Terence Crawford. Con la promoción de Turki Al-Sheikh, jeque árabe conocido por respaldar eventos de gran magnitud, la pelea podría concretarse en septiembre de 2025, lo que ha generado gran expectativa en el mundo del boxeo. Sin embargo, la noticia no ha dejado indiferente a todos los expertos y figuras del deporte, como es el caso de Mike Tyson, quien ha expresado una opinión que sorprende a muchos.
A pesar de la emoción que genera este combate entre dos campeones indiscutidos, “Iron Mike” se mostró en desacuerdo con la idea. En una entrevista para el canal de YouTube “It is What It Is", dejó en claro que no le gusta la pelea y considera que es “demasiado peso para Crawford”. Para el legendario pugilista, el cambio de categoría podría representar un reto enorme para el estadounidense, quien tendría que subir hasta las 168 libras, una carga considerable para alguien que ha dominado las divisiones más ligeras.
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El excampeón mundial de los pesados recordó un momento relevante: la pelea de “Bud” contra Israel Madrimov en agosto de 2024, cuando el oriundo de Omaha, Nebraska, subió a 154 libras y, aunque salió victorioso por puntos, mostró dificultades para adaptarse a ese aumento de peso. Y, de esta manera, “Kid Dynamite” advirtió que subir aún más, dos categorías adicionales, podría ser un obstáculo mayor, sugiriendo que “no debería pelear contra ese tipo”.
¿En dónde y cuándo se realizaría el combate?
En cuanto a los detalles del enfrentamiento, el posible combate entre “Canelo” y Terence podría celebrarse en el T-Mobile Arena de Las Vegas, el próximo 13 de septiembre con un límite de peso de 168 libras y sin cláusula de rehidratación. Las negociaciones ya habrían comenzado con una reunión entre ambos boxeadores en Londres, según reportes de Boxing News Online.
El desafío más grande para Crawford sería el aumento de peso. Con un récord invicto de 41-0 y 31 nocauts, el campeón de peso welter tendría que subir 14 libras para alcanzar el peso supermediano del mexicano, quien ha sido indiscutido en esa categoría.
El combate podría atraer una audiencia masiva, pero también genera preocupación por los riesgos para la salud y la integridad de los boxeadores. Así, el debate sigue abierto: ¿es esta una pelea justa? ¿Podría el aumento de peso afectar gravemente el rendimiento del rival del azteca? Lo único claro es que, de concretarse, este combate marcaría un hito en la historia del boxeo, pero no sin antes generar diversas inquietudes en los expertos y los aficionados.