Gennady Golovkin, una de las figuras más influyentes del boxeo moderno, asumió oficialmente la presidencia de World Boxing, la organización reconocida por el COI para conducir el futuro del boxeo olímpico. Su elección, celebrada durante el Congreso Mundial en Roma, marca un nuevo capítulo para la disciplina en un momento clave de reconstrucción institucional.
A sus 43 años, el legendario “Triple-G” combina su extensa trayectoria deportiva con su actual rol como presidente del Comité Olímpico Nacional de Kazajistán, perfil que lo posiciona como una pieza central para recomponer la relación del boxeo con las autoridades olímpicas.
Su llegada ocurre en un escenario en el que World Boxing busca consolidar su legitimidad tras reemplazar a la IBA como ente rector debido a las irregularidades que provocaron su inhabilitación. El kazajo asume con el desafío de reformar, unir y proyectar el deporte de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y los ciclos posteriores.
Golovkin, un líder para una nueva era
El excampeón mundial fue el único candidato habilitado tras el proceso de revisión interna, lo que allanó su elección por aclamación. Desde que presentó su candidatura, fijó como prioridades garantizar la presencia estable del boxeo en el programa olímpico, recuperar la confianza internacional y afianzar la transparencia en la gestión.
Su visión, como había mencionado en múltiples entrevistas, apunta a reconstruir una comunidad unida, guiada por valores que él mismo encarnó en su carrera profesional y amateur.
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Un legado deportivo que respalda su mandato
Con un registro amateur de 345-5 y una medalla de plata en Atenas 2004, además de un reinado sostenido en el peso medio como profesional, Golovkin llega al cargo cargando una autoridad deportiva difícil de igualar. Aunque no compite desde 2022, no descarta volver a los cuadriláteros, incluso mientras se aproxima a la elegibilidad para el Salón Internacional de la Fama del Boxeo. Su prestigio, construido durante casi dos décadas, será una carta clave para impulsar reformas internas y fortalecer la imagen global del boxeo olímpico.
El camino hacia Los Ángeles 2028
World Boxing aspira a lograr el reconocimiento pleno del COI antes de los Juegos de 2028, y la figura de Golovkin se perfila como el puente ideal para lograrlo. Su mandato busca estabilizar un deporte que vivió años de incertidumbre y ofrecer un horizonte claro para las nuevas generaciones de boxeadores, con el objetivo de que el boxeo olímpico recupere el protagonismo y la credibilidad que lo acompañaron históricamente.
