Terence Crawford sigue escribiendo páginas doradas en la historia del boxeo. El estadounidense se convirtió en el primer peleador masculino en conquistar tres veces el estatus de campeón indiscutido en la era de los cuatro cinturones, un hito que lo coloca en un pedestal único dentro del pugilismo. Sus conquistas en superligero, wélter y supermedio lo consolidan como referente absoluto en la discusión de los mejores de todos los tiempos.
La magnitud de su logro toma aún más relevancia al compararlo con lo que acaba de conseguir Claressa Shields. La estadounidense se proclamó campeona indiscutida de peso pesado femenino tras derrotar a Danielle Perkins, con lo que se unió a su compatriota como los únicos boxeadores (hombre y mujer) capaces de ser indiscutidos en tres categorías distintas.
Si bien Shields acaparó los reflectores en Flint con su hazaña y con la energía de un público volcado en su apoyo, la dimensión de “Bud” trasciende por su capacidad de adaptarse a distintos pesos y dominar sin dejar dudas. Dos trayectorias paralelas que confirman que ambos campeones están marcando época.
Terence Crawford, el rey indiscutido en tres divisiones
El oriundo de Omaha, Nebraska, se erige como el único hombre en la historia del boxeo en lograr la triple corona indiscutida. Primero lo hizo en superligero, luego en wélter y finalmente en supermedio, siempre en la era de los cuatro organismos (CMB, AMB, FIB y OMB). Este recorrido lo diferencia incluso de leyendas pasadas, que no tuvieron la oportunidad de unificar bajo la misma estructura de títulos.
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Del lado femenino, Claressa Shields hizo historia al convertirse en la primera campeona indiscutida de peso pesado, sumando ese cinturón a los de superwélter y medio. La victoria sobre Perkins la posiciona como la "GWOAT" que ella misma se autoproclama, y su paralelo con Crawford no hace más que resaltar la grandeza de ambos.
Una era dorada para el boxeo
Lo de los estadounidenses no solo son registros estadísticos: representan la consolidación de una era donde la unificación total es posible, aunque pocas veces alcanzada. Ambos campeones cargan con el mismo sello: ser indiscutidos tres veces, un privilegio reservado a dos nombres que hoy están reescribiendo la historia del boxeo.
