El excampeón mexicano, Jorge Arce, revivió una de las peleas que más dejó huella en su carrera durante una entrevista con el canal de YouTube Poncho de Nigris. Según sus declaraciones, no se trató de un combate ante Julio César Chávez, sino de un enfrentamiento contra el australiano Hussein Hussein, el 19 de marzo de 2005 en el MGM Grand de Las Vegas, un encuentro que, según el azteca, se encuentra entre las 100 mejores peleas de todos los tiempos.
Durante la charla, el pugilista mochitense detalló la intensidad del combate y el dolor físico que soportó. "Yo creo, Poncho, que una pelea que me marcó en mi vida fue la contra Hussein Hussein, la que me da toda la cara partida. La pelea con este güey está entre las mejores de todos los tiempos, en las 100 peleas mejores", relató Arce.
“El Travieso” recordó cómo, a pesar de la gravedad de las heridas, se negó a que detuvieran el combate. “Porque el vato me entra en la nariz partida y querían pararme la pelea y yo decía, 'No me la pares, déjame seguir ahorita lo voy a noquear'. Y en el décimo round fracturé la quijada y la nariz me colgaba de traer una chazo. Le quebré la quijada y yo tenía la nariz lastimada y la boca partida; esa vez me tragué medio litro de sangre", explicó.
Una pelea marcada por el dolor y la determinación
Travieso Arce no escatimó detalles sobre el dolor físico que soportó durante la pelea:
“ El vato me pegó aquí (debajo de la mandíbula) y con el diente me mordí y me abrí un tajón aquí (dentro de la boca), entonces dije: ´cortaba la nariz y cortaba la boca, me van a parar la pelea´. Entonces me ponía los guantes en la boca y me tragaba la sangre”, narró, mostrando la increíble resistencia y tenacidad que lo caracterizaron en el ring.
Además, contó cómo la situación afectó incluso los controles médicos posteriores: “Cuando me hicieron antidopin oriné pura sangre. Dijo el doctor: ´Traes golpes internos´. ¿Qué pasa? No le dije es que me tragué, me tragaba la sangre, y oriné sangre. Medio litro, pero porque me la tragué”.
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La victoria que consolidó su legado
A pesar de las lesiones y la intensidad del combate, Travieso Arce logró imponerse: “Le gané por KO, le fracturé la quijada”.
Con esta victoria, Arce no solo demostró su capacidad técnica, sino también su fortaleza mental y su espíritu indomable, consolidando un momento que él mismo describe como único en su carrera, recordando la furia y determinación que desplegó frente a un rival formidable.
