Diego Armando Maradona construyó un lazo afectivo especial con México. Primero, como futbolista, consiguiendo el campeonato del mundo de México 86 como capitán de la selección argentina. Después, en el banquillo de Dorados de Sinaloa, continuó su carrera como técnico y llegó a dos finales de la Liga de Ascenso, aunque las perdió.
Durante su estancia en México, Diego reconoció el alto nivel futbolístico de la Liga MX y confesó su deseo de dirigir al América, el club donde jugaron amigos como Óscar Ruggeri, Hugo Sánchez y Miguel Zelada y Rubén Omar Romano.
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“A mí no me vino a buscar el América, me vino a buscar la gente de Dorados. Y yo respeto tanto a Dorados como al América. La Liga MX siempre fue atrayente. Cuando yo estaba de técnico soñaba con que el América me llamara para entrenarlos, porque había venido Ruggeri y Romano”, reveló.
Como jugador, Maradona entrenó y vivió durante un tiempo en las instalaciones de Coapa, casa de las Águilas, durante el Mundial de México 86. En su ciclo con los Dorados de Sinaloa, dirigió 38 partidos oficiales y consiguió 20 victorias, nueve derrotas y nueve empates, consiguiendo dos subcampeonatos.
AH