En un cerrado encuentro con solitaria anotación de Nicolò Barella, los visitantes salieron con los tres puntos de territorio holandés y se colocaron como líderes del Grupo 1 en la Liga A.
Dos de las escuadras que pasaron por un recambio generacional, luego del fracaso de quedarse sin ir al mundial de Rusia 2018, llegaron al partido en el Johan Cruyff Arena ambos con la necesidad de sumar los tres puntos, Holanda para mantenerse en la cima del sector e Italia para recuperarse tras el empate con Bosnia.
Los rejuvenecidos Azzurri bajo las órdenes de Roberto Mancini se plantaron en la cancha contra el actual subcampeón del torneo y durante la primera mitad todo el dominio fue para la visita con más de diez disparos al arco defendido por Jasper Cillessen que reaccionó en un par de ocasiones.
Sin embargo, a nada de finalizar los primeros 45 minutos de juego, tras una serie de toques, Nicolò Barella encontró en el área el centro del capocannoniere Ciro Immobile y con certero remate de cabeza dejó sin posibilidades al guardameta para irse al descanso arriba en el marcador por 1-0.
El dominio italiano era tal que incluso Inmobile se lució con una volea al estilo de Marco Van Basten en la final de la Eurocopa de 1988 contra la Unión Soviética, así lo recordó el analista Paolo Menicucci, pero el esférico pasó por un costado.
Aunque la escuadra holandesa, lejos de ser aquella Naranja Mecánica, intentó reaccionar ante el asedio de los visitantes con incursiones desesperadas en el campo contrario haciendo lucirse a Donnarumma en en los minutos finales, no era suficiente.
Italia fiel al arte del Catenaccio cerró las puertas de su área y resistió los cinco minutos que el árbitro alemán Felix Brych concedió, para sumar sus primeros tres puntos del torneo y colocarse en la parte alta del Grupo 1 de la Liga A con cuatro unidades.