Un gol anulado por fuera de juego pudo ser el del triunfo para Santos, el único brillo de un encuentro pálido, deslavado, con más hombres en suelo que ocasiones de gol. El empate a cero lo colgaron Mazatlán y Santos, llenos de ímpetu, pero no de imaginación.
Diego Valdez pudo ser el autor del gol para los de la Comarca Lagunera, pero la posición adelantada fue clara y se frustró el festejo. Santos fue el que más intentó hasta la recta final del encuentro. Mazatlán sólo se iba a los tumbos ante la falta de creatividad.
En la primera parte, una atajada del arquero Carlos Acevedo fue la emoción más fuerte. Eso y un jugueteo del técnico de los locales, Tomás Boy, en la banca, que no pudo evitar exasperarse por la nula idea de su equipo adentro del campo. De haber podido, El Jefe se metía para organizar el medio campo. Ganas no le faltaban.
En la segunda parte, su equipo se mantuvo en la misma línea y fue la visita quien buscó el gol, aunque tampoco con una descontrolada hambre, más bien aprovechando la poca resistencia que le impuso Mazatlán.
Al final, Santos sumó un punto de visita que lo tiene en la cima del torneo, al menos de forma momentánea. Un líder que necesita deshacerse los nudos en la cabeza y los pies para mostrar más futbol.
Lo de Mazatlán es más preocupante. Aunque puede terminar la jornada dentro de los ocho primeros, El Jefe deberá trabajar más con la idea futbolística de su equipo, porque quedó claro que la clase y el toque con la pelota la sigue teniendo.
FDR