Cruz Azul alimentó la ilusión y esperanza de sus aficionados. Lo hizo con el mismo valor que lo ha caracterizado en este torneo: inteligencia, pero también con futbol. Sin ser un equipo vistoso, y sí por demás precavido, derrotó a Santos Laguna en la ida de la final del Guardianes 2021 y llegará con la mesa servida en el Estadio Azteca.
Los laguneros fueron vertiginosos en los primeros minutos de cada tiempo. Del silbatazo inicial al 15', los dirigidos por Guillermo Almada sorprendieron a la defensiva celeste y estuvieron a punto de irse arriba en el marcador, de no ser por sus fallas en el último toque.
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Luego, en los 15' del complemento, los locales repitieron la historia, con un Cruz Azul desacomodado y, por momentos, superado en las pelotas divididas. Un par de ajustes del técnico Juan Reynoso, siempre activo desde el banquillo, ordenó las cosas cuando el trámite parecía irse de sus manos.
A partir de que La Máquina contuvo los embates de su rival, fue generando mayor peligro en la portería de Carlos Acevedo. Lo intentó Jonathan Rodríguez en solitario, aunque intentaron seguirlo cada tanto Pol Fernández e Ignacio Rivero, de gran despliegue por la banda derecha.
Con el empate a cero en el primer tiempo, los celestes apretaron tuercas y se fueron al frente en el complemento. Así, en una jugada individual de Luis Romo, los visitantes lograron tomar ventaja con un remate de media vuelta del propio mediocampista, favorecido por varios rebotes en el área.
En su festejo, Romo mostró la camiseta de Roberto Alvarado con el dorsal 25, luego de que perdiera este jueves a su bebé y se ausentara de la concentración del equipo.
Santos, entonces, quemó sus naves y sumó más hombres al ataque. Almada trató de emparejar las cosas, antes del viaje a la Ciudad de México, pero no encontró respuestas de sus jugadores. Por el contrario, empezó a caer en desesperación conforme se acercaba el final.
Con la ventaja de 0-1, La Máquina definirá el título en el Estadio Azteca.
AJ