Brasil mantiene el sueño de levantar la Copa América al vencer a Chile en los cuartos de final del torneo, en donde los postes jugaron a favor de los locales, aunque terminó con 10 jugadores por la expulsión de Gabriel Jesús.
La Verdeamarela partía como favorito en el encuentro, pero enfrente tenía a un combinado chileno que lució aguerrido en la primera fase del torneo. Nada fácil sería para los de Tité seguir con vida en el torneo que se celebró en casa de forma inesperada.
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El primer tiempo fue mucha pelea. Lucha intensa en el terreno de juego que incluso hizo pensar en el alargue y los penales, por el poderío y la postura que ambos equipos tomaron. Así el cero se colgó en el maracador al final de la primera parte.
Pero en el arranque vino ese juego de un pase en corto, preciso, con magia, que hace mucho no se le veía a Brasil. Entre Casemiro, Neymar y Paquetá hilaron la jugada que le dio el gol a los amazónicos.
Bajada del centrocampista del Real Madrid para que Neymar hiciera una pared con Paquetá, quien beneficiado con un toque de la defensa desarmada y casi en el suelo, definió en el área chica ante Claudio Bravo para hacer el tanto que a la postre sería el de la victoria.
Neymar puso así su tercera asistencia del torneo, que lo pone en la cima de este rubro. Determinante de algún modo el jugador del PSG.
Pero llegó una sombra para los locales. Gabriel Jesús perdió la cabeza y metió una patada en la cara, al estilo karateca, a Mena, para ver la tarjeta roja directa tan sólo dos minutos después del gol, al 48'. Dejó con inferioridad numérica a su equipo, que optó por tomar una postura defensiva ante la situación.
Chile buscó, intentó, con más ganas que idea, pero aún así pudo en al menos tres ocasiones poner a temblar a Brasil, con balones que se estrellaron en el metal.
Brasil así se instaló en las semifinales, instancia en la que horas antes avanzó Perú, al dejar en el camino a Paraguay en tanda de penales (4-3) después del empate 3-3 en el tiempo reglamentario.
FDR