Dani Alves sonríe. Lo hace tanto que cuando cambia y frunce el ceño clavando los ojos claros, da miedo. No se anda con rodeos y golpea igual a la pelota, que a Diego Armando Maradona con una declaración. Es el lateral brasileño una de las últimas figuras que disfrutaron del futbol antes del negocio, de la disputa de contratos comerciales, donde la pelota rodaba para ser pateada y ser feliz, para olvidarse de arrugar la frente con disgustos. El veterano jugador es un crítico de futbol, al que cada vez le gusta menos.
"Soy una persona muy intuitiva", dice en su primera frase de la miniserie que le dedicó la FIFA en su aplicación de contenido exclusivo. En "Crazy Dream" se muestran las excentricidades que nacen de su imaginación, los sueños cumplidos y rebasados al convertirse en el futbolista más ganador de la historia de un deporte que le ha dado también dolores en la fábrica de locuras, una cabeza a medio rapar.
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A sus 39 años Dani Alves tiene la voz de mando de un viejo que dice lo que quiere con la autoridad de las canas, pero también la irreverencia y análisis de un hombre maduro que ve de otra manera el juego que tanto ama, disfrutando como un niño, pero decepcionado o con cambios de humor similares a los de un adolescente.
Frontal, sin pelos en la lengua, puede atacar al equipo de sus amores, el Barcelona, al decir que no lo trataron bien a su salida, y que le pesa que, como en algún momento también lo dijo Maradona: "No le importan las personas que hicieron historia en el club".
"Desde que llegué dejé muy claro que ya no era un tipo de 20 años y que quería que las cosas se hicieran de frente, sin esconder las cosas. Pero este club ha pecado en los últimos años", dijo al terminar su segunda etapa con el club blaugrana. "Me fui contento de haber vuelto a Barcelona. Soñé durante cinco años con vivir ese segundo momento. Lo único que no me gustó fue cómo se manejó mi despedida (...) Como culé me gustaría que el Barcelona hiciera las cosas de otra manera".
Dani Alves es un crítico del futbol. Tanto que parece que busca cualquier pretexto para pegarle más fuerte que al balón. Pero sólo dice verdades, en su mayoría, dictadas por esa experiencia adquirida entre Brasil, España, Italia, Francia y ahora, muy probablemente, México.
"El VAR tendría que ser una solución, pero en manos de incompetentes no sirve", soltó, molesto, después de un partido con el Sao Paulo de su país natal, cuya liga criticó por no valorar las nuevas ideas propuestas por jugadores y técnicos: “Brasil es un cementerio de entrenadores y jugadores. Nuestro sistema está basado en cosas siempre iguales y cuando un entrenador trata de hacer algo diferente, las personas están en contra porque, si funciona, va a cambiar toda la lógica del sistema".
Pero Dani Alves sigue sonriendo. No deben hacerlo enojar. Suficiente tiene con saber que forma parte de un sistema deportivo y financiero donde vale menos un grito de gol que un tuit dando a conocer la firma de contrato: emociona a menos gente, pero vuelan más billetes.
"El fútbol está perdiendo el brillo que me hizo querer ser un jugador, un atleta. Hoy el fútbol se volvió un negocio. Sinceramente, cada vez más me gusta menos el fútbol", dijo en 2018, durante su estancia en el PSG. En ese mismo tiempo, se abalanzó con palabras sobre una polémica que le crearon: “Están hablando de eso y por eso digo que no sé en qué mundo vivo. A veces pienso ¿tengo dos años? ¿o las personas tienen dos años? (...) Es otra idiotez de la que las personas van a hablar".
A veces Dani Alves deja de sonreír porque siente que no encaja en un mundo cuadrado donde tampoco entra la redonda, pero la meten a la fuerza. Lo único que quiere el lateral brasileño es jugar, para llegar con ritmo al Mundial de Qatar 2022, tras perderse el de 2018 por lesión. Los años no perdonan, pero su energía radica en su disfrute.
No soy un chico que está arrancando ahora. Mi mente dice sólo una cosa: desempeño. Necesito jugar bien, esa es mi obsesión".
Pide la pelota a Dani Alves. Juega y sonríe, mientras llega el momento de soltar otra verdad.
Los títulos de Dani Alves
- Dos Copas do Nordeste en 2001 y 2002
- Un Campeonato Bahiano en 2001
- Con el Sevilla ganó una Supercopa de Europa en 2006
- Una Copa del Rey en 2007
- Una Supercopa de España en 2007
- Dos Copa UEFA en 2006 y 2007
- En Barcelona ganó 6 Ligas
- 4 Copas del Rey
- 4 Supercopas de España
- 3 Champions League
- 3 Supercopa de Europa
- 3 Mundiales de Clubes
- Con la Juventus (2016-2017) sólo ganó una Liga y una Copa de Italia
- En el PSG estuvo dos años del 2017 al 2019 y obtuvo 2 Ligue 1
- 2 Supercopas de Francia
- 1 Copa de Francia
- 1 Copa de la Liga Francesa
- En Sao Paulo 2019-2021 logró un Campeonato Paulista
-Por Francisco Domínguez