Polémica arbitral | Así fue el día que Bonifacio Núñez entró al juego con una pistola en el short

El Futbol Mexicano de la Liga MX dio de qué hablar durante el partido del León contra el América en la Jornada 13, donde el Estadio Azteca fue el inmueble que atestiguó la polémica arbitral, luego de que Fernando Hernández le diera un rodillazo a Lucas Romero; pero eso no fue nada. Aquí te diremos cómo fue el día en Bonifacio entró al juego con una pistola en el short.

La polémica arbitral se dio en el minuto 63 cuando Diego Valdés había puesto el gol del empate, pero los futbolistas Esmeraldas acorralaron al central para reclamarle una mano antes del tanto, quien se vio molesto y fue Lucas Romero quien con las manos atrás puso los reclamos más a flor de piel, por lo que Hernández le soltó un rodillazo en sus partes blandas.

El partido siguió su curso, pero la bronca no terminó; puesto que Lacarmón y el Tano Ortiz casi llegan a los golpes, siendo el DT del Ave quien reto a su igual a encararse debajo en los túneles; pero gracias a la intervención de su cuerpo técnico y personal, la situación no escaló a más.

¿Cómo fue el día en que Bonifacio Núñez entro al juego con una pistola en el short?

Pero los hechos que ocurrieron en la Jornada 13 del Torneo Clausura 2023 de la Liga MX no han sido las únicas polémicas arbitrales; puesto que el ahora ex árbitro Bonifacio Núñez entró al terreno de juego con una pistola en su short.

Los hechos ocurrieron durante la Semifinal de la Copa en la Liga Interestatal, donde Núñez recibió varias amenazas de muerte por dos hombres con un arma, donde le dijeron que, si no ganaba el equipo de su preferencia, se quedaría allí.

El silbante no cedió ante las amenazas y optó por meterse una pistola debajo de su short del uniforme de árbitro. Pero antes de iniciar dicho partido, Boni juntó a los dos capitanes de ambas escuadras y les pidió la pistola con la que lo habían amagado, o de lo contrario el juego quedaría cancelado.

Núñez comentó en ese momento que no voltearan, pero además les pidió un favor, que no hicieran escándalos, y también les advirtió que no sabía cómo le iban a hacer, pero que los dos sujetos que estaban en la esquina lo habían amenazado, y les exigió la pistola con la que lo habían agredido, de lo contrario no habría partido.

Para sorpresa de todos, los dos capitanes le llevaron la pistola al árbitro, y fue cuando el central pudo pitar con más tranquilidad, pero para estar completamente seguro decidió jugar con el arma dentro de su short.

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