Jaime Lozano cuenta en su cuerpo técnico de la Selección Mexicana con Ryota Nishimura, un auxiliar que tiene las raíces la cultura y valores milenarios japoneses, pero al que más que aprenderle le ha enseñado la entrega y dedicación mexicanas para hacer siempre las cosas bien, como profesionales y no a medias.
Ryota Nishimura es un protagonista silencioso muy importante en el cuerpo técnico de Jaime Lozano, nacido en Osaka, Japón, pero que llegó a México hace muchos años para compartir sus conocimientos en equipos como Cruz Azul, Santos, Tampico Madero, Querétaro y Necaxa, aunque ahora deberá hacer frente a la Copa Oro con la Selección Mexicana.
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Pieza clave del Jimmy Lozano en el bronce de Tokio 202
Ryota Nishimura dejó su hogar en Japón gracias a un intercambio organizado por la federación japonesa y la mexicana para aspirantes a director técnico y ahí comenzó la aventura. Una vez que Jaime Lozano tomó las riendas de la Selección Mexicana Sub 23, también echó mano del auxiliar japonés y juntos disputaron el torneo Maurice Revello, antes Esperanzas de Toulon, en 2019 y también los Juegos Panamericanos de Lima 2019, justa en la que consiguieron la medalla de bronce, proeza que repitieron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Él vino hace 10 o más años. Yo lo conocí haciendo el curso de entrenador en México, cuando estaba en mi último torneo en Pumas y él todavía no hablaba bien el español y trataba de expresarse con el diccionario en mano. Se me hizo alguien muy autoexigente, muy profesional”, asegura Jaime Lozano en exclusiva con David Ramos para EL HERALDO DEPORTES.
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Jimmy Lozano no adopta la cultura japonesa, Ryota Nishimura la mexicana
El nuevo director técnico de la Selección Mexicana asegura que luego de irse a Barcelona a estudiar y regresé luego a México para dirigir a Gallos Blancos, Nishimura le escribió y la esposa del Jimmy fue la que le dijo que se le hacía bueno, como él: muy dedicado y que sería buena opción: “De ahí hasta la fecha hemos hecho una muy gran amistad y en el trabajo lo es todo”, reconoce.
Si él ha adoptado la cultura y tradiciones milenarias japonesas de Nishimura, Lozano asegura que “yo creo que ya soy así. Sin conocerlo a él soy muy dedicado y eso lo aprendí en casa. Si voy a hacer algo lo quiero hacer muy bien y no a medias. Es lo mismo que exijo en la cancha, como profesionales. Me he identificado muchísimo con él en el sentido de que soy muy dedicado, muy aferrado, apasionado y hasta impaciente en momentos”.
EG