Un portero puede pasar de héroe a villano en un segundo y esta comprobado pues un error del guardameta es gol en contra; una falla de cara al arco de cualquier otro jugador no pasa nada, hay más oportunidades. Pero hay ocasiones en las que esas atajadas se vuelven inolvidables, y eso fue lo que consiguió la leyenda activa del futbol mexicano José de Jesús Corona en el Estadio Azul.
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Hay atajadas que consiguen finales, otras que ofrecen el pase a una fase más dentro de una llave, o quizás es el que mantiene la ventaja mínima en casa. El portero leyenda del Cruz Azul, José de Jesús Corona, consiguió aquella tarde mucho más que una sola salvada, pues hizo, probablemente, la mejor atajada de la historia que el Estadio Azul jamás haya presenciado.
Crónica de una atajada inolvidable
Pasaban las 6 de la tarde y aunque el sol no estaba en su máximo esplendor, los rayos parecían quemar un poco los asientos de plástico de aquel Estadio Azul que estaba a un año de ser desalojado. El equipo rayado de Monterrey tenía mejor control del partido, pero no lo concretaba en el marcador. La gente local, como de visita, comenzaba a desesperarse.
Sobre la línea de cal del área chica José de Jesús Corona de 36 años camina, observando con atención lo que ocurre a 30 metros de distancia de él. Un despeje de balón desde el fondo del área propia no es alcanzado por su referente en ataque. Su zaga está mala acomodad, en otras palabras, se avecina el peligro. Los gritos de la barra norteña comienzan a ensordecer a los capitalinos.
Un balón es filtrado y llega hasta los linderos del área de portero. Corona sabe qué hacer; no tiene miedo y sale corriendo. El personaje con guantes se abalanza sobre el esférico, pero no se hace con él en primera instancia. Le cae en los pies a un rival que opta por tirar, pero es tapado por un defensa. El balón que está a la deriva cae nuevamente en un jugador contrario que tira raso y fuerte, pero es atajado a dos manos por Jesús.
Un último disparo se realiza donde se originó toda la tómbola. Cansado, pero con a la vista puesta en la de gajos, el guardia se avienta hacia abajo para mandar, por fin, el balón al tiro de esquina. Hinchada, compañeros, banca… todos gritan, aplauden, maldicen, interrogan; pero todos hablan de la acción, todos hablan de la mejor ataja.
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¿Qué sucedió en aquel torneo?
Después de las 4 atajadas hechas por José de Jesús Corona, el Cruz Azul empató a unos el partido de la Jornada 7 del Apertura 2017. Con el pasar de las semanas el Monterrey terminó la fase regular como superlíder con 37 puntos. Los dirigidos por Antonio “Turco” Mohamed marcaron 29 goles y solo recibieron 12 en contra, pasando así hasta la Gran Final al eliminar al Atlas y Morelia. Perdieron la Final contra los Tigres del Tuca Ferretti.
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Por si parte, el protagonista de esta historia y su equipo concluyeron en sexto lugar después de las 17 jornadas. Se hicieron con 27 puntos, 22 goles a favor y la misma cantidad en contra. Perdieron en cuartos de final al no marcar ni recibir ninguna anotación, pero el Club América avanzó por haber finalizado en tercer lugar en aquel año.