Chicharito Hernández ha quedado y mucho a deber como flamante refuerzo de las Chivas, aunque no tanto como este futbolista que llegó en 2012, es considerado el peor fichaje en la historia del Rebaño Sagrado, se metió con la afición rojiblanca y ahora renta oficinas y departamentos para ganarse la vida.
Y es que si bien Chivas ha contado con contrataciones que terminaron por decepcionar y generaron bajas expectativas desde su anuncio, quedándose con las ganas de mostrar su valía, ninguno como el de este jugador que hoy renta oficinas y es considerado el peor fichaje de su historia tras llegar con un cartel importante, pero que dejó mucho qué desear, tal y como lo hace actualmente Chicharito Hernández en su segunda etapa con El Rebaño Sagrado.
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No aguantó las críticas y se metió con la afición
Ah, pero su rendimiento dentro de la cancha no solo fue lo que dejó mucho qué desear de este futbolista que renta oficinas y se considera el peor fichaje en la historia de las Chivas, sino también su actitud altanera y hasta prepotente con la afición, con la cual se metió y fuerte, ganándose el odio de todos los chivahermanos.
Todo ocurrió en un Chivas vs Toluca, cuando este futbolista tuvo un error que terminó por ser uno de los más recordados por la afición, pues provocó el gol de Lucas Silva para poner el 1-0 contra el cuadro rojiblanco, además de su expulsión. Ah, pero eso no fue todo, pues ante las críticas arremetió contra la afición rojiblanca al decir: “Juego para divertirme, para mí, para mi familia, no para la gente. Sentado en una butaca nadie se equivoca”.
El peor fichaje en la historia de las Chivas
Se trata ni más ni menos que de Sergio El Cherokee Pérez, quien prometía mucho tras su paso por Rayados de Monterrey, donde logró levantar un título de liga y dos de Concachampions, pero que se fue de Chivas sin pena ni gloria, pues en 15 partidos disputados recibió tres amonestaciones y una tarjeta roja.
Ahora ya como ex futbolista, Sergio El Cherokee Pérez optó por ganarse la vida en el negocio de los bienes raíces, pues se dedica a rentar departamentos y oficinas en un complejo en Puebla llamado Gran Atrio, que también pueden servir para la realización de eventos especiales.