A solo horas de que México debute ante Jamaica, nadie olvida la que sin duda es una de las páginas más oscuras en la historia de la Selección Mexicana y sobre todo en el certamen continental, cuando meter a mujeres a su hotel de concentración previo a su participación en la Copa América 2011 de Argentina marcó el principio del fin de muchos jugadores.
Con la vergüenza de aquel lamentable episodio y en espera de hacer un papel digno, Jimmy Lozano continuará con su proceso de cambio generacional en la Selección Mexicana con varios nuevos jugadores, luego de que muchos otros se marcaron de por vida o de plano se hicieron a un lado solitos tras el escándalo de haber metido mujeres a su hotel de concentración previo a la Copa América 2011.
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Sorpresa y decepción por el escándalo en la Selección Mexicana
En un momento crucial previo a la Copa América 2011, la noticia de que algunos jugadores habían metido mujeres a su hotel de concentración sacudió a los aficionados pero sobre todo a la Selección Mexicana dirigida entonces por Luis Fernando Tena, quien manifestó su sorpresa y decepción ante los eventos que llevaron a la salida de ocho de sus futbolistas.
Ante ello, la Selección Mexicana enfrentó la Copa América 2011 de Argentina con una selección sub-22 reforzada con jugadores sin límite de edad, buscando sobreponerse a la adversidad generada por las sanciones disciplinarias. ¿El resultado? El equipo no estuvo a la altura y perdió los tres partidos del Grupo C contra Chile, Perú y Uruguay.
Los culpables del escándalo previo a la Copa América 2011
Los jugadores sorprendidos metiendo mujeres al hotel donde se hospedaban en Quito fueron Jonathan dos Santos, Javier Cortés, Marco Fabián de la Mora, Jorge Hernández, Israel Jiménez, Néstor Vidrio, Néstor Calderón y David Cabrera, todos de la selección sub 22 que se preparaba para la Copa América 2011 de Argentina, quienes inicialmente denunciaron el robo de pertenencias, pero posteriormente se descubrió que las chicas involucradas habían sido las responsables del hurto.
Héctor González Iñárritu, entonces director general de Selecciones Nacionales de la Federación Mexicana de Futbol, anunció las sanciones impuestas a los jugadores: “Serán inhabilitados durante los próximos seis meses de cualquier convocatoria de la Selección Mexicana”, además de una multa considerable como consecuencia de sus acciones.