Estrella con los Xolos de Tijuana y de la Selección Mexicana, este exfutbolista tenía un futuro brillante y prometedor en la Liga MX, hasta que esta dramática fractura cervical se hizo presente, poniendo en riesgo su vida y terminando definitivamente con su carrera como futbolista y con sus sueños de disputar un Mundial.
Sin duda la vida le brindó a esta estrella de la Selección Mexicana y de los Xolos de Tijuana una segunda oportunidad, pues una fractura cervical no solo acabó con su carrera, sino incluso puso en juego su vida y terminó con su sueño de disputar un Mundial como jugador, pues cuatro años después sí lo hizo, pero como auxiliar de Ana Galindo en la Copa del Mundo femenil sub-17 en India.
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De la cúspide de su carrera al fin de una carrera prometedora
La estrella de Xolos que vio frustrado su futuro prometedor debido a esta fractura cervical debutó como jugador del Monarcas Morelia en el Apertura 2006, pasó por Jaguares de Chiapas, San Luis y Querétaro, hasta convertirse en uno de los inamovibles de la Selección Mexicana del Piojo Herrera y Juan Carlos Osorio.
Como un futbolista serio y que no acaparaba demasiados reflectores, con el Tri llegó a ganar la Copa Oro en 2015 y participó en la Copa América Centenario del 2016, para en 2018 vivir uno de los momentos más dramáticos no solo en su carrera como jugador, sino de toda su vida al sufrir esta fractura cervical que acabó con sus sueños mundialistas: “Del choque no recuerdo nada. Cerré los ojos y cuando los abrí ya iba en una ambulancia. Creo que estuve en tres o cuatro hospitales y en el último, el médico me dijo que había tenido un accidente grave y que necesitaban operarme de emergencia”, narró en entrevista para TUDN.
Así fue la dramática fractura cervical de esta figura del Tri
En febrero de 1998, en una jugada de poco riesgo para el marco de Xolos en el minuto 90, Yasser Corona intentó rechazar el esférico y tuvo un fortísimo choque de cabezas con Eduardo Juárez, de Correcaminos, con el primero resultado el más afectado al recibir el impacto en la nuca y que derivó en una fractura de la sexta cervical.
Yasser Corona tenía una actuación como pocas, anotando un gol y manteniendo su valla en blanco, aunque desgraciadamente terminó siendo intervenido quirúrgicamente y recibiendo un espaciador intersomático, además de la fijación de una placa de titanio con cuatro tornillos. Aunque intentó retomar su carrera como futbolista, dichas lesiones hicieron que perdiera la sensibilidad en algunas partes del cuerpo y que decidiera mejor no arriesgarse y ponerle fin a su carrera en abril de ese mismo año.