El Genoa está a punto de cerrar una decisión clave que podría cambiar el rumbo de su temporada en la liga italiana. Tras semanas de incertidumbre, una serie de reuniones aceleró la búsqueda de un nuevo líder para el vestuario. En ese contexto, las miradas apuntan a un nombre con peso propio en el mundo del fútbol italiano, que llegaría para asumir un desafío enorme y tomar las riendas del equipo donde milita el mexicano Johan Vásquez: Daniele De Rossi aparece como el elegido para ponerse el buzo en las próximas horas.
El histórico conjunto genovés, el más antiguo de Italia, atraviesa un momento delicado en la liga, con apenas una victoria en sus primeras diez presentaciones y actualmente ubicado en la zona roja de la tabla. Mientras Roberto Murgita y Domenico “Mimmo” Criscito sostuvieron interinamente el mando (logrando incluso un triunfo clave ante Sassuolo), la dirigencia entendió que el proyecto necesitaba un golpe de timón con un entrenador permanente para encarar el resto de la temporada.
De confirmarse la llegada del exmediocampista campeón del mundo, el reto será contundente: recuperar confianza, sumar puntos de inmediato y apuntalar un plantel que tiene como uno de sus pilares al defensor mexicano, pieza fundamental en la línea de fondo y referente en la Selección Nacional.
De Rossi y su desafío más grande en los banquillos
Aunque su carrera como técnico es todavía corta, este ya vivió experiencias de alto vuelo. Comenzó como asistente en la Selección Italiana que conquistó la Eurocopa 2021 y luego se lanzó como entrenador principal en el SPAL (Serie B), donde su paso fue breve. Más tarde asumió en la Roma en enero de 2024, reemplazando a José Mourinho, y completó 30 partidos al frente del conjunto capitalino con 14 victorias, nueve empates y siete derrotas antes de su salida en septiembre de 2024.
El romano, ídolo eterno de la "Loba", también dejó su huella en Argentina como futbolista durante su recordado paso por Boca Juniors, vínculo emocional que se reflotó recientemente: estuvo a punto de viajar a Buenos Aires para presenciar el Superclásico, que se disputará este domingo 9 de noviembre, pero desistió cuando recibió el llamado de Genoa.
Te puede interesar: Leyenda del Manchester City elogia a Santiago Gimenez y lo candidatea para la Premier League
Genoa, urgencias y una oportunidad
Con seis puntos y una campaña muy por debajo de lo esperado, Genoa necesita reacción inmediata. El parate por Fecha FIFA aparece como una ventaja para que el nuevo entrenador pueda trabajar con tranquilidad inicial, ajustar detalles tácticos y evaluar el plantel. Además, su posible debut sería nada menos que ante Fiorentina, en casa, con la obligación de sumar para no complicar aún más el panorama.
Para Vásquez, la llegada de De Rossi representa un escenario interesante: trabajar bajo las órdenes de un mediocampista que hizo historia en Italia y que conoce a fondo la exigencia defensiva de la Serie A. El mexicano, consolidado en el XI titular y figura de la zaga, será clave en la estructura que el DT quiera construir para sostener la categoría.
El vínculo de Genoa y Boca Juniors
Genoa y Boca comparten una historia particular que trasciende fronteras y fechas. Fundado por inmigrantes genoveses, el club argentino mantiene un lazo emocional con la institución italiana, que incluso homenajeó ese vínculo recientemente con una camiseta especial, idéntica a la azul y amarilla xeneize, utilizada en un partido ante Juventus por el 120° aniversario del club de La Ribera.
Cabe mencionar, el campeón del mundo disputó apenas siete encuentros y marcó un gol con el cuadro azul y oro, iniciando como titular en cinco de ellos. Las lesiones, sumadas al tiempo que necesitó para ponerse a punto físicamente tras llegar sin ritmo competitivo, le impidieron desplegar toda la calidad que había deslumbrado en Europa.
Su estreno oficial llegó el 13 de agosto de 2019, en La Plata, por Copa Argentina ante Almagro. Esa noche, sin embargo, dejó emociones mixtas. De Rossi anotó de cabeza su único gol con la camiseta xeneize y mostró destellos de jerarquía, pero el equipo terminó eliminado por penales tras el 1-1 en el tiempo regular. El italiano jugó 76 minutos y se retiró ovacionado, en un debut que combinó ilusión y frustración en partes iguales.
