Gareth Bale, una de las figuras más influyentes del fútbol galés del siglo XXI, volvió a abrirse sobre su retiro a los 33 años, una decisión que sorprendió al mundo del deporte tras el Mundial de Qatar 2022. A tres años de aquel momento, el exdelantero explicó que su salida anticipada del balompié no se trató de una cuestión deportiva, sino profundamente personal. La enfermedad de su padre, Frank, lo llevó a replantearse prioridades que, asegura, eclipsaron cualquier objetivo dentro de la cancha.
El exjugador del Real Madrid y Tottenham recordó que el episodio familiar lo impactó a un nivel que cambió su manera de ver la vida. El extremo admitió que, aunque todavía soñaba con alcanzar metas con la Selección de Gales, comprendió que su carrera ya le había dado más de lo que podía pedir. Para él, jugar una Copa del Mundo con Gales (la primera en 64 años) fue el cierre perfecto de un ciclo. Por eso, después de Qatar, sintió que “ya no tenía más objetivos por alcanzar”.
A partir de ese momento, optó por priorizar su bienestar y el de su familia. La exigencia del alto rendimiento, las polémicas mediáticas que lo persiguieron en España y el desgaste acumulado durante años también pesaron en su determinación. Mirando hacia atrás, sostiene que su trayectoria le dejó “algunos de los mejores momentos” de su vida, y aunque hubo situaciones que le hubiera gustado que fueran diferentes, no siente arrepentimiento alguno por haber colgado los botines tan joven.
La enfermedad de su padre, el punto de quiebre
El galés confirmó que su decisión estuvo marcada por la salud de su padre, un tema que mantuvo en privado hasta ahora. “Mi padre se enfermó y eso tuvo un papel enorme en mi decisión”, reveló en una entrevista con GQ. También subrayó que “la gente no sabe por lo que pasa cada uno en casa”, resaltando que su vida personal terminó tomando un peso mayor que cualquier desafío deportivo.
Asimismo, reconoció que tanto su progenitor como su madre fueron fundamentales en su carrera: “Me llevó a todos lados. Sin él ni mi madre, no estaría aquí ahora”.
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Un legado histórico para Gales y Europa
Considerado el mejor futbolista galés de todos los tiempos, Gareth dejó una huella profunda tanto en su selección como en el fútbol europeo. Firmó uno de los traspasos más caros de la historia al llegar al Real Madrid en 2013, conquistó cinco Champions League y sumó títulos nacionales e internacionales.
En la Selección de Gales, registró 41 goles en 111 partidos, siendo protagonista de la histórica carrera del equipo hasta semifinales en la Eurocopa 2016.
"Logré tanto en mi carrera, así que jugar una Copa del Mundo fue prácticamente lo único que quería lograr. No nos fue bien, pero fue la primera vez en 64 años; después de eso, no sentí que hubiera nada más que alcanzar”, aseguró.
Fútbol, golf y las polémicas que marcaron su etapa en Madrid
Durante su paso por España, el exfutbolista enfrentó críticas constantes, especialmente por su afición al golf. El propio jugador aclaró que “apenas jugaba golf una vez cada dos o tres semanas y siempre en mis días libres”, y negó cualquier conflicto con Cristiano Ronaldo pese a las especulaciones mediáticas. Tras una cesión al Tottenham en 2020-2021 y su posterior fichaje por Los Angeles FC (donde ganó la MLS Cup), puso punto final a su carrera en enero de 2023.
