Santiago Simón necesitaba un escenario distinto para volver a sentirse protagonista. Tras un semestre con escaso rodaje en River Plate y sin lograr afianzarse en la consideración de Marcelo Gallardo, el mediocampista tomó una decisión clave para su carrera: emigrar al fútbol mexicano en busca de continuidad. El destino fue Toluca, un club que le ofreció confianza inmediata y un rol claro dentro del equipo.
El cambio no tardó en dar resultados. Con apenas 23 años, el oriundo de José C. Paz pasó de pelear por minutos en Núñez a ser una pieza estable en el esquema de Antonio Mohamed. La adaptación fue rápida y sostenida, con actuaciones sólidas que lo llevaron a ganar terreno en partidos determinantes y a recuperar la regularidad que había perdido en Argentina.
Ese proceso encontró su punto más alto con la consagración en el Apertura 2025 de la Liga MX. El conjunto toluqueño se impuso ante Tigres en una final vibrante y el ex millonario fue parte activa del título, cerrando el año con trofeos, protagonismo y la sensación de haber acertado en el momento justo con el cambio de rumbo.
De la falta de espacio en River a una salida necesaria
En su última etapa con la camiseta blanquirroja, Simón no logró consolidarse. La competencia interna y las decisiones tácticas lo fueron relegando, hasta que a mediados de año se concretó su salida. River lo transfirió por 3.5 millones de dólares por el 50% de su pase, con una cláusula que habilita la compra de un porcentaje adicional según objetivos deportivos.
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En cambio, en México, el volante encontró continuidad inmediata. Disputó 14 partidos, sumó dos asistencias y fue titular en varios encuentros clave, incluida la final del Apertura. Ante los Universitarios, jugó los 120 minutos como carrilero derecho y convirtió su penal en la definición desde los doce pasos, ratificando la confianza del cuerpo técnico.
Un cierre de año que relanza su carrera
El título de liga se sumó a la Campeones Cup, obtenida meses antes, y terminó de consolidar su presente. Bajo la conducción de Mohamed, “Santi” se afirmó como una opción confiable y cerró la temporada con dos campeonatos. Lejos de Núñez, pero con protagonismo pleno, el mediocampista logró reencauzar su carrera y demostrar que el cambio de aire fue determinante.
