Durante una charla con el podcast “Viva el Futbol”, Francesco Totti encendió el debate al hablar sobre Lionel Messi y la importancia del contexto en la obtención de premios individuales. El eterno capitán de la Roma, conocido por su fidelidad inquebrantable al club romano, fue tajante al asegurar que, de haber jugado en un equipo como el cuadro italiano, el argentino no habría ganado ningún Balón de Oro.
El ex delantero, quien dedicó toda su carrera a "I Giallorossi", a pesar de recibir ofertas de gigantes europeos como el Real Madrid, reflexionó sobre cómo el entorno competitivo puede ser decisivo en la carrera de un futbolista. A sus ojos, la infraestructura, visibilidad y éxitos colectivos que ofrecieron clubes como el FC Barcelona fueron clave para que el actual goleador del Inter de Miami se convirtiera en una leyenda reconocida internacionalmente.
La entrevista rápidamente generó repercusión en redes sociales y medios deportivos, reabriendo una vieja discusión: ¿cuánto pesa el talento y cuánto el contexto a la hora de destacar en el fútbol de élite?

Las palabras de Totti sobre los balones de oro de Leo Messi
Durante la entrevista, Francesco fue contundente al expresar su opinión sobre el éxito de “La Pulga”:
“Pon a Messi durante 25 años en la Roma; 25 años y dime cuántos Balones de Oro ganaría. ¿Ganaría diez Balones de Oro? ¿Sabes cuántos ganaría? Cero”, afirmó sin titubeos.
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El italiano también defendió su decisión de quedarse en un solo club: “No necesito ese premio; yo gané todo con Roma en 25 años, esa es mi victoria. No me arrepiento de nada”, declaró con orgullo.
Totti, un símbolo de lealtad en tiempos modernos
A lo largo de 25 años como profesional, Totti disputó 786 partidos y marcó 307 goles con la camiseta de la Roma. En una época donde cambiar de club es moneda corriente, el "10" se mantuvo fiel a sus raíces, ganándose el respeto de la afición y la etiqueta de leyenda viva del fútbol italiano.
Aunque sus vitrinas no se llenaron de trofeos internacionales, su legado va más allá de las estadísticas: representa la identidad de un club y una ciudad que lo veneran como símbolo eterno.