Mucho antes de los estadios modernos y los contratos multimillonarios, el fútbol mexicano comenzó a escribir su historia gracias a tres clubes pioneros que marcaron un antes y un después en el país. Hablamos de Pachuca, Chivas y el legendario Orizaba. Cada uno, desde su origen, dejó una huella imborrable en el corazón del deporte nacional.
Estos equipos no solo jugaron al fútbol, más bien lo construyeron. Fundados por mineros ingleses, comerciantes y entusiastas del deporte, trajeron la pasión por la redonda a una nación que comenzaba a encontrarse en ella. Sus primeros partidos se jugaban en campos improvisados, frente a multitudes pequeñas pero apasionadas, y con reglas que se definían sobre la marcha.
El nacimiento de estos clubes no solo impulsó la creación de torneos amateurs y ligas locales, sino que también sembró la semilla para la futura profesionalización del balompié mexicano. Su existencia ayudó a formar las primeras generaciones de futbolistas nacionales y a generar una cultura deportiva que hoy moviliza a millones.
La historia del Club Pachuca
El Club Pachuca fue fundado en 1892 por mineros británicos que llegaron a Hidalgo a trabajar en las minas de plata. El equipo, considerado el más antiguo del continente americano con actividad continua, jugó sus primeros partidos en terrenos mineros y campos adaptados. Durante décadas fue parte de la Liga Amateur del Distrito Federal y se mantuvo activo incluso durante los años de la Revolución Mexicana.
Luego de algunos años de inactividad, reapareció en los torneos profesionales en la década de 1950. Sin embargo, su verdadera transformación comenzó en 1995, cuando el Grupo Pachuca tomó el control del club. Desde entonces, los “Tuzos” han ganado siete títulos de Liga MX, cinco Copas de Campeones de la Concacaf y se convirtieron en el primer equipo mexicano en ganar un torneo internacional de Conmebol: la Copa Sudamericana en 2006.
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Además de sus logros deportivos, también es reconocido por su modelo institucional. Fue el primer club mexicano con una universidad propia, un salón de la fama del fútbol y una de las mejores canteras del país, que ha producido talentos como Hirving Lozano, Héctor Herrera y Erick Gutiérrez.
Chivas y Orizaba: Identidad nacional y la cuna del amateurismo
El Club Guadalajara, conocido mundialmente como las Chivas, fue fundado en 1906 por un grupo de jóvenes mexicanos y europeos. Desde sus inicios adoptaron una política que marcó su identidad: jugar solo con futbolistas mexicanos. Esta decisión los convirtió en símbolo de orgullo nacional y en uno de los equipos más populares del país. Durante las décadas de los 50 y 60 vivieron su época dorada, siendo conocidos como el "Campeonísimo" por su dominio en el fútbol mexicano.
El equipo rojiblanco ha pasado por distintas etapas: títulos inolvidables, crisis deportivas y administrativas, pero siempre ha sido un protagonista constante en la Liga MX. Su impacto va más allá de lo deportivo; representan la mexicanidad, la tradición y la pasión por el juego limpio.
Por su parte, el Orizaba Athletic Club nació en 1898, fundado por trabajadores ingleses en Veracruz. Fue uno de los seis equipos que participaron en la primera liga oficial del fútbol mexicano en 1902. Ganaron el primer campeonato de la historia, lo que los convierte en el primer campeón reconocido del país. Aunque su vida fue corta (desapareció en la década de 1910) su legado permanece como pilar fundamental del origen del deporte en México.
Pachuca, Chivas y Orizaba no solo construyeron equipos: levantaron los cimientos del fútbol nacional. Su historia es la historia del deporte más querido del país.
