Reconoce que desde niño fue un pingo, y justo para calmar su inquietud por la vida comenzó a trabajar desde que tenía 6 años. Así, de uno de los tantos oficios que tuvo iniciaron las épocas del futbol, en donde fue seleccionado nacional y hasta llegó a probarse en clubes como el Cruz Azul y el Atlante.
Todo esto pasó antes de pensar en las glorias en plata y oro sobre el ring. Carístico cuenta que es bien chambeador y sus primeras talachas fueron marcando y envolviendo zapatos. También no negó que fue el hijo más revoltoso de la familia.
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Incluso, para que no anduviera en la calle de malora, su madre lo inscribió en el turno vespertino de la escuela primaria Lucio Tapia, aunque un día le llamaron la atención porque lo cacharon en las maquinitas. Él tomó este episodio para su beneficio: se colgó una cangurera en la cintura y se puso a vender las fichas que daban los créditos para los videojuegos.
“Mi papá nunca nos pegó a pesar de que era un luchador fuerte y rudo, tampoco mi mamá. Toda la vida hemos vivido en Tepito, es algo que marcó mi infancia, pues me enseñó a ser trabajador desde muy chico”, comparte la estrella del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
Con 14 años comenzó su chamba como barrendero en el Deportivo Kid Azteca, también en el corazón de la Ciudad de México. Un día lo metieron a jugar futbol rápido y lo convocaron para los entrenamientos.
“Los de la cancha dijeron ‘este chavo juega bien, corre bien’, y me empezaron a jalar. Así se me metió más el deporte porque fue algo que me llamó la atención. Ya después de no tener oportunidades de llegar a primera división, porque hice pruebas en Atlante, Pachuca y Cruz Azul, Dios me puso en la lucha libre y afortunadamente sigo vigente después de más de 20 años”, revela Carístico, quien también fue seleccionado nacional Sub 17 y es aficionado al América.
Después se escribieron los lances espectaculares desde el ring sagrado de la Arena México, estelarizó las mejores funciones del CMLL, y se dedicó de tiempo completo a la lucha libre para marcar el nuevo boom del deporte de los costalazos en 2004.
Con esta trayectoria, el ídolo enmascarado presume con orgullo su récord de luchar ocho veces en un solo día. Le platica al Heraldo Deportes que es una marca que pocos reconocen.
“Un día platiqué con Mil Máscaras, Dos Caras y Fuerza Guerrera, me dijeron ‘a ver, chamaco cabrón, lo que muchos han hecho en 20 años tú lo hiciste en cinco. Créetelo’. Yo le dije ‘no, jefe, para empezar no me da ni tiempo”, menciona.
Su intensa actividad en todo el país hizo que se especulara sobre un posible “doble” que estaba a su servicio. Para desmentir el rumor, citó a medios de comunicación para que hicieran con él un recorrido de seis funciones. “A la cuarta función me dijeron ‘estás loco’. Se despidieron y fueron a buscarme hasta la última lucha a ver si llegaba. Entré como loco echándome aceite para subir al ring”, explica.
Carístico continúa como el estandarte del CMLL. Espera que pronto los aficionados regresen a las funciones en la Arena México para así deslumbrarlos con su espectacular estilo por los aires.
Aquí puedes ver la entrevista con Carístico en YouTube:
Por Moisés Rosas y J. Alexis Hernández