Si algún deportista está lleno de anécdotas, ese es Sergio Checo Pérez, quien desde su niñez ha sido difícil de domar y prueba de ello han sido los enredos en los que ha metido a su padre Antonio Pérez Garbay, quien acaba de dar a conocer que el piloto tapatío de Red Bull Racing un día estuvo a punto de abandonar su carrera en el automovilismo… ¡por irse a ver un juego del América!
Y no la dejó no porque él no haya querido, sino porque su papá no se lo permitió, pues él hizo todo lo que estuvo de su parte para no volver a manejar un auto de carreras, aunque al final fue perdonado y pudo seguir su trayectoria hasta convertirse ahora en el piloto mexicano más exitoso de todos los tiempos.
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Tras su brillantísima actuación en la temporada 2021 de la Fórmula 1, Checo Pérez, piloto de Red Bull Racing, terminó en cuarto lugar del Campeonato de Pilotos, sólo detrás de su coequipero y ahora campeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen, el inglés Lewis Hamilton y el finlandés Valtteri Bottas, estos dos últimos de Mercedes.
No obstante, la temporada 2021 del máximo circuito del automovilismo mundial encumbró al Checo como el mejor piloto mexicano de todos los tiempos al subir al podio y liderar varias vueltas en el Gran Premio de México, así como por lograr ese cuarto sitio y ganar su segunda carrera en F1, además de cuatro terceros lugares esta campaña.
¿Cómo puso en riesgo su carrera Checo Pérez?
Tras dar a conocer en días pasados que Checo tuvo que irse de México a desarrollar su carrera como piloto de carreras por vencer en una competencia a un hijo de un político, Pérez Garibay sorprendió ahora en una entrevista para Mediotiempo al indicar que un día su hijo prefirió mejor irse a un juego de las Águilas del América que competir en una carrera.
“La anécdota fue a los 12 años, cuando él iba a ser campeón en la categoría de Shifter y decidió renunciar al campeonato para ir a un partido en Guadalajara de Chivas-América que lo invitó Emilio Azcárraga”, indicó Antonio Pérez Garibay, padre del Checo.
“Le comenté que si él iba a ese partido y no ganaba el campeonato por el que habíamos trabajado todo el año, pues ese día venderíamos todos los carros y se acabaría su carrera deportiva en el mundo del automovilismo. Él me comentó: ‘Adelante, papá. Vende todo, me voy al partido’ y se fue al partido Chivas-América, con Emilio Azcárraga en Guadalajara”.
No obstante, el amor por las pistas y el automovilismo fue más fuerte, aunque para su regreso al volante tuvo mucho que ver su hermano mayor Antonio Pérez Jr, quien reavivó su pasión tras correr en una de las pistas más emblemáticas de la historia: Silverstone, Inglaterra.
EG