La violencia en el deporte mexicano no cesa. Y es que, después de los incontables actos de esta índole que se han vivido en los principales eventos al interior del país a lo largo de este año, recientemente el Softbol azteca se ha vuelto tendencia luego de protagonizar una batalla campal de magnitudes superlativas.
La situación se vivió durante el fin de semana pasado en el Estado de Yucatán. Aquí, la Liga Municipal de Softbol de Hunucmá presenció un bochornoso momento cuando los Novatos de Sisal y los Mayks se vieron las caras en un compromiso que dejó de tener paz tras los actos de violencia que se cometieron en pleno terreno de juego.
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Fue en el campo Ramón Ortiz cuando los ánimos se encendieron trayendo consigo no solo el desastre de los jugadores en turno, sino también de los entrenadores y de la misma afición que se hizo presente en el campo y que, lejos de buscar un refugio, ingresó al mismo con la intención de armar una campal aún más grande.
De acuerdo con reportes en redes, los integrantes del Mayks no soportaron estar debajo en el marcador, por lo que de inmediato buscaron cobrar venganza a través de los golpes después de que, en el juego, hayan sido superados por un conjunto local que respondió a la violencia de la misma forma.
En el video que circula en Twitter se puede apreciar la forma en cómo los aficionados ingresan al campo a continuar con la campal durante el juego de Softbol. De igual forma, los medios locales establecen que, ante la falta de elementos de seguridad, se habrían manifestado decenas de heridos que tuvieron que buscar atención médica bajo sus propios medios.
Violencia en el Softbol, un ejemplo de lo que se vive en el deporte nacional
Lo ocurrido en Yucatán no es más que un ejemplo de la violencia que el deporte nacional ha presenciado a lo largo de los últimos meses y para muestra de ello está lo ocurrido el pasado 5 de marzo en el Estadio La Corregidora, en el juego entre los Gallos Blancos del Querétaro y los Rojinegros del Atlas.
Aquí, la porra local y visitante estelarizaron lamentables actos vandálicos que dejaron más de 25 heridos de parte de la escuadra visitante. Tal situación hizo que la Liga MX reaccionara castigando a la afición local con el veto de La Corregidora por un año, así como un castigo de cinco años para la porra queretana.
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AC