Son 45 años de carrera, cuatro generaciones distintas de aficionados en México y el resto del mundo lo han disfrutado arriba del ring y estos coinciden en que la historia de la Lucha Libre azteca no sería la misma sin él. Fuerza Guerrera se dice listo para enfrentar uno de los retos más importantes de su vida en el ring, el cual es formar parte de la función estelar del 89 Aniversario del CMLL.
El Mosco de la Merced, quien llegó a pelear en el mercado que lleva este nombre dentro de la Ciudad de México, cumplirá 69 años de edad el próximo 13 de diciembre. Su veteranía no le impide mantenerse como un luchador regular en los últimos meses, por lo que espera cerrar con broche de oro el 2022 nada más y nada menos que con la máscara de Atlantis en la Arena México.
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La rivalidad de Fuerza Guerrera y el Ídolo de los Niños surgió en los años 90’s, en el apogeo del rudo por excelencia. Después de un descanso y de múltiples lesiones que ambos tuvieron, el padre de Juventud Guerrera considera a su rival uno de los mejores por lo que ha logrado en el ring a lo largo de su etapa como profesional ahora que la enemistad ha vuelto a encenderse dentro del pancracio.
“Los luchadores aprendemos a vivir con dolor, el compromiso con Atlantis me ha motivado a entrenar más. Atlantis es el estandarte del CMLL, ha hecho una gran carrera ahí y considero que es el luchador con más máscaras valiosas en su historia. Nadie se le compara”, mencionó Fuerza Guerrera en exclusiva con El Heraldo Deportes.
El Mosco de la Merced sabe que apostar su máscara conlleva un riesgo sumamente grande, pero entiende que esta es la única forma de honrar su legado y qué mejor que haciéndolo ante un luchador con el que ha tenido una férrea rivalidad a lo largo de la historia.
Los logros de Fuerza Guerrera en México y el mundo
Fuerza reconoce lo que otros luchadores han hecho por México tales como Mil Máscaras o el Negro Casas, luchador que también formará parte del cartel del 89 Aniversario del CMLL. Sin embargo, también sabe que él, pese a no ser un ídolo de las masas, ha dejado huella en el deporte.
“La vida de un luchador es un tormento, uno que se disfruta si se ama la lucha libre. Otros compañeros han tenido una historia grande, pero ninguno ha salido vanagloriado de Japón como yo. Tú sabes que la gente de Japón es distinta a la de México y yo, junto con otros luchadores, logramos que la afición nos echara dinero al ring, algo nunca antes visto hasta ese momento”, explicó.
El nacido en 1953 entiende que parte del éxito se debe a la constancia que ha tenido, misma que algunos de sus herederos no han demostrado con pulcritud. La pandemia impidió seguir con su rutina habitual, por lo que acudió a los lugares al aire libre para mantenerse en forma y seguir deleitando a sus seguidores en el cuadrilátero.
La Arena México, apología a La Basílica
La Arena México es para la Lucha Libre lo que Wembley, el Maracaná o el Azteca es para el futbol. Consciente de ello, el Mosco de la Merced establece que pelear en el pancracio nacional conlleva una vibra distinta que se asemeja a visitar la Basílica de Guadalupe, el recinto por excelencia de las personas católicas en la capital del país.
“La mística que tiene la capital de la lucha libre es algo sagrado. Es como ir a la Villa, pasas por donde está la Virgen y te llena de energía. Te llena de algo que no sabes qué es, pero lo sientes. Estar en la Arena México no nos cambia las ganas ni los ánimos, pero estar ahí sí es algo distinto”.
Con 68 años, Fuerza Guerrera entiende que el adiós está cerca. Y lejos de que se le reconozca como una leyenda de la lucha libre, el deseo del capitalino es que se le recuerde como alguien que alcanzó sus sueños siendo una persona completamente normal considerando que, a su retiro, podrá disfrutar del tiempo con su familia.
“Si pierdo la máscara y me retiro este año o el próximo sí estaré triste, la lucha libre es mi vida. Pero cuando pase le daré el tiempo a mis nietos que no le di a mis hijos, y eso me llena de entusiasmo”
“Yo no quiero que me recuerden como un súper héroe, como alguien de capa que logró todo por obra del espíritu santo. Quiero que la afición me recuerde como alguien común y corriente que logró lo que quería a través del trabajo. Los niños no necesitan súper héroes de mentira, necesitan héroes de verdad que sean alcanzables y que los ayuden a estar motivados día a día”.
AC