Innovador e imaginativo, el luchador Oro revolucionó la lucha libre mexicana como una de las máximas promesas del pancracio nacional, hasta que la fatídica noche del 26 de octubre de 1993 perdió la vida en la Arena Coliseo no por una llave mal aplicada ni mucho menos algún martinete, sino víctima de un derrame cerebral, a sus tan solo 21 años de edad.
La disciplina, calidad humana y el respeto que Oro le tenía a la lucha libre fueron constantes en toda su trayectoria, dejando las bases para que las nuevas generaciones brillaran en los aires de las arenas más prestigiosas del país y haciendo que su partida como luchador en la Arena Coliseo sea una de las más sentidas hasta el día de hoy que lo recordamos.
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Hermano de Plata, Oro traía la lucha libre en las venas
Conocido en las mejores arenas de México y Japón, Oro formó parte de la dupla de Los Metálicos junto con su hermano Plata, a quienes poco después se les unió para formar una tercia formidable Bronce, aunque él fue quien abanderó como luchador la nueva escuela de los voladores enmascarados con su agilidad en el ensogado, revolucionando así la lucha libre mexicana, aunque sin llegar a consolidarse.
Nacido el 24 de diciembre de 1971 en Guadalajara, Jalisco, Oro heredó el gusto por la lucha libre gracias a su padre Calavera II, aunque su afición era tal que desde la infancia se planteó convertirse en campeón, por lo que desde los 14 años decidió subirse al ring de la mano de su progenitor, quien lo condujo al éxito junto con el Diablo Velasco y tras ganar dos medallas de oro a nivel nacional en lucha olímpica.
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Así perdió la vida Oro en la Arena Coliseo
Su hermano Esteban Hernández González, Plata, fue el primero en mudarse al entonces Distrito Federal para probar suerte como luchador, para años más tarde recibir a Jesús Javier, Oro, quien en un principio encarnó el personaje del Nuevo Spiderman, hasta que a principios de los 90 cambió su identidad y dio forma a su trayectoria que lo llevó a giras internacionales por Japón, Costa Rica y Estados Unidos y consiguiendo el Campeonato Nacional Semicompleto, así como el Nacional de Parejas y el de Tríos del Estado de México con Plata y Bronce.
Pero lo que nadie esperaba era que el 26 de octubre de 1993 encontraría la muerte a sus apenas 21 años, cuando en la Arena Coliseo se enfrentó a Kahoz en la primera caída y recibió un golpe en el pecho que lo cimbró minutos después, se desvaneció, le fue imposible volver a incorporarse y permaneció tendido en una esquina hasta que un réferi solicitó el apoyo de los médicos. No dejaba de tocarse el pecho y así fue conducido al hospital, al cual no llegó pues la muerte decidió llevárselo en el traslado a causa de “un derrame cerebral, se iba ahogando con su sangre en desesperación”, reveló Plata.
EG