Checo Pérez no es el único mexicano actualmente en la F1. En Alpine, Dalia Ramos se convirtió en la primera mexicana en vencer la discriminación y las adversidades hasta erigirse como ingeniera que ensambla monoplazas de la máxima categoría del automovilismo mundial, sin importar su sexo, color de piel y mucho menos que sea hija de un vendedor de comida en Tepito.
Líder del área de Ensamblaje y Pruebas en la fábrica del equipo francés BWT Alpine F1 Team y como hija de un comerciante de Tepito, Dalia Ramos es la encarga de transformar fierros, tornillos y metales en un monoplaza que corre a más de 300 kilómetros por hora, así como ser la responsable de la seguridad de los pilotos Esteban Ocon y Pierre Gasly, cuya vida está literalmente en sus manos en cada Gran Premio como el de México.
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Dalia Ramos tuvo que pagar un duro derecho de piso en F1
Pero no todo ha sido gratis y mucho menos fácil para Dalia Ramos, quien desde su llegada a F1 con la escudería Alpine tuvo que pagar un duro derecho de piso al ser víctima de la discriminación de sus compañeros, quienes no solo la menospreciaban por ser mujer, latina y su nula experiencia en la industria, sino también por su edad pues a sus apenas 34 años tiene a su cargo 48 mecánicos e ingenieros mayores y con más experiencia a quienes darles órdenes es todo un reto.
Dalia Ramos es la única mujer que puede presumir ocupar ese puesto, por lo que busca reclutar más mujeres en su equipo, algo que ha sido difícil pues aún no es tan común que las mujeres sepan que pueden trabajar como ingenieras en un equipo de F1 como Alpine sin importar su sexo, raza, idioma ni que haya nacido en Azcapotzalco ni que sea hija de un vendedor de comida de Tepito.
Así llegó Dalia Ramos a ser jefa de la escudería Alpine de F1
Egresada de la ingeniería en mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México, Dalia Ramos enfrentó la discriminación y el clasismo por ser mujer y no de una clase económica privilegiada, pues le hacían el feo por ser hija de ese padre locatario de Tepito. Al terminar su carrera comenzó a trabajar en Procter & Gamble, para en 2014 mudarse a Inglaterra para estudiar la maestría en Ingeniería y Gestión de Fabricación y trabajar en el área de industria aeroespacial de la Rolls-Royce.
Vivió en Irlanda y Alemania, en fábricas rodeada por más de 500 hombres y en las que comenzó a forjar su carácter hasta que en 2019, con la llegada de la pandemia, comenzó a trabajar desde su casa y todo se complicó, pero encontró el anuncio de la escudería Renault (ahora Alpine) en la red social LinkedIn y en 2021 se le abrieron las puertas tras entrevistas con Philippe Krief, director ejecutivo, y Matt Harman, director técnico de a escudería, quien ahora es uno de sus mejores amigos y guía en la escudería francesa.
EG