Milo Ventura Chávez fue un destacado luchador profesional mexicano que alcanzó la fama en los años 80, aunque comenzó su carrera en 1964 bajo el nombre de El Dinámico, adoptando el nombre de Milo Ventura en 1968 y finalmente transformándose en Ultraman en 1975, logrando reconocimiento tanto en México y Japón, sin imaginarse nunca de que terminaría de cargador en la Central de Abasto.
Antes de convertirse en cargador en la Central de Abasto y junto con Los Cadetes del Espacio, El Solar y Super Astro, Ultraman hizo equipo como luchador profesional con su flamante máscara plateada y simulando al personaje de la televisión hasta conseguir el Campeonato Nacional de Peso Medio, así como enfrentándose en múltiples luchas de apuestas en las que ganó y perdió máscaras y cabelleras.
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El accidente que le cambió la vida a Ultraman
Ah, pero además de convertirse en cargador en la Central de Abasto la carrera de Ultraman como luchador profesional también estuvo envuelta en controversias, pues en un viaje para presentarse en algunas funciones en Japón y Corea del Sur sufrió un accidente automovilístico en estado de ebriedad, que resultó en la muerte de los pasajeros del otro vehículo.
Supuestamente por su influencia política no enfrentó consecuencias legales, pero dicho accidente sí afectó gravemente su trayectoria como luchador profesional pues dejó escapar varias oportunidades, incluyendo una propuesta para firmar con la NJPW y fue despedido de la EMLL y la UWA, para finalmente perder su máscara en Tijuana en enfrentamientos importantes contra luchadores de la talla de Brazo de Oro, Sangre Chicana, Cinta de Oro y Halcón de Oro.
Así terminó de cargador en la Central de Abasto
Harto de los costalazos y las cachetadas, en su faceta de persona nomal Ultraman incursionó en la política al lanzarse como candidato a la presidencia municipal de Nezahualcóyotl, aunque problemas legales lo alejaron de la contienda para concretar una vida profesional y personal compleja y llena de altibajos tanto en el cuadrilátero como en su vida pública.
Tras se retiro como luchador profesional y unirse a una iglesia tras reconocer problemas de ego, el otrora afamado Ultraman terminó trabajando de cargador y diablero en la Central de Abasto de la Ciudad de México en los años 90, para luego resurgir en la política hasta alcanzar el puesto de diputado federal.