El tema de los gritos en el tenis, conocido como “grunting”, no es solo un berrido de emoción o fuerza. Tiene que ver con la respiración y cómo los músculos se activan al pegarle a la pelota, algo parecido a lo que se hace en artes marciales o boxeo: exhalar con fuerza ayuda a pegar más potente. Al gritar, los tenistas usan los músculos del abdomen y del tronco, lo que les da más fuerza y velocidad en cada golpe.
Esto no es algo nuevo ni exclusivo de los jugadores jóvenes. Desde Andre Agassi en los 80 hasta las estrellas actuales del tenis femenino y masculino, muchos usan el sonido como parte de su técnica. Estudios de la Universidad de Nebraska en Omaha muestran que el grito puede aumentar la velocidad de la pelota hasta un 3,8% en golpes normales y hasta un 5% en el saque. Además, gritar ayuda a no contener la respiración en los momentos de tensión y a mantener el ritmo en los puntos largos.
Pero el grito no solo sirve para pegar más fuerte. También tiene un efecto psicológico: ayuda a liberar tensión, a concentrarse mejor y hasta puede molestar o distraer al rival. Al vocalizar en el momento justo, los jugadores muestran dominio de la cancha y logran combinar técnica, fuerza y control mental en un solo movimiento.
¿Qué efecto tiene el grito en el juego y sobre el rival?
Los gritos en el tenis no solo benefician al que los emite, sino que también pueden influir en el adversario. Estudios de laboratorio muestran que un gruñido puede retrasar la respuesta del rival hasta 30 milisegundos, un tiempo suficiente para dificultar la anticipación del golpe. La distracción auditiva provoca que el oponente enfoque parte de su atención en el ruido en lugar de en la trayectoria de la pelota, alterando su rendimiento.
Además, los gritos cumplen un papel táctico: un sonido fuerte puede intimidar, transmitir fuerza y dar la sensación de control absoluto sobre el partido. Algunos expertos comparan esta técnica con el boxeo, donde el grito amplifica la energía de los músculos y permite un golpe más potente sin aumentar la fatiga.
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Entrenadores de larga trayectoria, como Alan Jones, recomiendan exhalar hasta el punto de contacto, destacando que esta técnica ayuda tanto a liberar la tensión como a potenciar cada golpe.
Tenistas reconocidos por sus gritos y cómo los usan en la cancha
Entre las mujeres destacan:
- Maria Sharapova, cuyos gritos alcanzan hasta 101 decibeles.
- Victoria Azarenka, famosa por su intensidad y potencia en los sonidos.
- Caroline Wozniacki, quien considera el grito parte de su estrategia de juego.
- Serena Williams, que lo usa en momentos clave para canalizar la energía.
- Naomi Osaka, que vocaliza para concentrarse y liberar tensión.
Entre los hombres:
- Rafael Nadal, conocido por su intensidad constante y sus gritos característicos.
- Andre Agassi, que utilizaba el grito para desconcentrar a rivales como Ivan Lendl.
- Ivan Lendl, aunque más reservado, se ha visto afectado por los gritos de sus oponentes.
- Novak Djokovic, quien vocaliza en momentos de gran esfuerzo.
- Stefanos Tsitsipas, que usa la exhalación audible para potenciar su servicio y golpes de fondo.
Estos ejemplos muestran que el grito no es un capricho, sino una técnica respaldada por la ciencia y la experiencia, utilizada tanto por hombres como mujeres para mejorar su rendimiento, intimidar al rival y mantener el control en cada punto del partido. Si bien para algunos puede ser controvertido, el “grunting” se ha consolidado como un elemento más del tenis moderno.
