La Fórmula 1 se encuentra próxima a encarar su quinta carrera de la temporada 2025; sin embargo no abordaremos las claves del Gran Premio de Arabia Saudita. Aquí te hablaré de algunas rarezas, eventos increíbles (para mal) y cuestiones bochornosas que ha vivido "El Gran Circo" a lo largo de su historia.
Diamantes perdidos
Cuenta la leyenda que en el Gran Premio de Mónaco de 2004, el equipo Jaguar se presentó con un diseño especial para promocionar la película Ocean's Twelve, que trata de un robo a un Casino de lujo, por lo que añadieron un diamante en la parte delantera de cada monoplaza. Resulta que en la carrera, se accidentó el coche de Christian Klein apenas seis curvas después del inicio de la misma y sí, el diamante desapareció. La piedra estaba valuada en miles de dólares.
Buzos en Mónaco
Seguimos en el circuito de circuitos, en la meca del glamour, pues hace muchos pero muchos años, el circuito de Mónaco contaba con buzos; ya que en el sector tres, es decir, saliendo del túnel y hasta llegar a La Rascasse, se pasa pegado al Mediterráneo. Y si bien ahora cuenta con guardarrieles, a principios de la Fórmula 1 no habían estas medidas de seguridad; de hecho, el legendario Alberto Ascari acabó en el agua en 1955 y salvó la vida gracias a que lo rescataron.
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El piloto que no sabía poner la reversa
En este mundo existen dos pilotos, aquellos con manos mágicas (Alonso, Lauda, Verstappen, Senna) y otros más, mucho más, que son de pago (Pérez, Maldonado, Stroll). Unos mejores que otros; otros con más o menos talento, pero ninguno como él. Entre los año 2006 llegó al gran circo Yuji Ide, uno de los pilotos más infames como recordados, el japonés se volvió de culto cuando en el Gran Premio de Australia dejó el Super Aguri en plena pista porque no sabía poner la reversa y en un pésimo y raro inglés no se dio a entender con el equipo.
El podio de Thiago Monteiro
En el Gran Premio de Indianápolis de 2005 sucedió algo sumamente extraño, y es que en aquel entonces había dos proveedores de neumáticos, por una parte estaba Pirelli y por otra Michelin; pues estos últimos no soportaban la carga que generaba la curva 13, la última de aquel circuito, lo que hizo que se accidentara Ralph Schumacher, y que la compañía no pudiera asegurar rendimiento en esa parte del circuito. Después de mucho drama, no quedó de otra más que desistir y así fue como las escuderías que se valían de Michelin no fueron parte de la carrera; por lo que solo tres escuderías participaron del gran premio, Ferrari, Minardi y Jordan. Por lo que Thiago Monteiro, piloto de medio pelo, logró su único podio.
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El mexicano que timó a la F1
Durante la década de los 90 se vivió una tragicomedia en el "Gran Circo", que involucra a Lamborghini: un mexicano con presuntos nexos delincuenciales y un piloto que nunca llegó a la categoría reina. Fernando González Luna fue o es (no se sabe) un empresario que estaba en preparación de ingresar a la F1 con GLAS F1 Team, se dice que este sujeto amasó su fortuna gracias al sector inmobiliario y vendiendo productos lácteos, embutidos y ropa femenina. Contactó a Lamborghini para que fuera su motorista y tenía preparado al piloto Giovanni Aloi y toda la cosa en lo que sería el primer equipo mexicano. Pero, de la nada y sin dejar rastro, simplemente desapareció. Está de más decir que el proyecto de Lamborghini fue un rotundo fracaso.
Y así podría continuar con una serie de anécdotas raras, surreales y fuera de todo sentido común, pero mejor lo dejamos para otra ocasión.
