La nueva película de Fórmula 1 protagonizada por Brad Pitt, "F1 La Película", ha devuelto al centro de la escena a uno de los nombres más olvidados (pero también más valientes) del automovilismo: Martin Donnelly. Aunque el personaje de Sonny Hayes no es una biografía oficial, los paralelismos con la vida del piloto norirlandés son evidentes. Un accidente brutal, secuelas físicas que persisten décadas después, y una historia marcada por lo que pudo haber sido.
Donnelly fue una joven promesa que tocó la cima con Lotus, pero su carrera se apagó en segundos tras el impactante accidente en Jerez, España, en el año 1990. El coche se partió en dos, su cuerpo voló con el asiento aún atado, y el casco se rompió. Pero lo más milagroso, fue que sobrevivió.
Hoy, a sus 61 años (la misma edad que Brad Pitt y casi exacta al personaje que interpreta), este sigue ligado al automovilismo, pero desde otro rol. No volvió a correr en la Fórmula 1, pero sí se mantuvo en eventos de exhibición y como entrenador de nuevos talentos. Paradójicamente, la película lo vuelve protagonista, aunque sin nombrarlo del todo.
¿Sonny Hayes es Martin Donnelly?
Aunque todo apunta a que la historia de Sonny Hayes se inspira en el expiloto, el actor confesó que su actuación también tomó elementos de Fernando Alonso. En declaraciones recientes, el intérprete cinematográfico dijo que se inspiró en la longevidad, la mentalidad competitiva y el enfoque físico del piloto asturiano, quien a sus 43 años sigue activo en la Fórmula 1.
La mezcla entre la tragedia de Donnelly y la resiliencia de Alonso da como resultado un personaje profundo, marcado por el dolor pero todavía hambriento de velocidad. Un reflejo de lo que muchos pilotos viven entre la gloria y el abismo.
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El día en que todo cambió
Martin Donnelly vivió su infierno personal el 29 de septiembre de 1990. En plena clasificación para el Gran Premio de España, su Lotus se desarmó a 225 km/h. Las imágenes aterrorizaron a todos, incluso al propio Ayrton Senna, que corrió a la escena creyendo que lo había perdido. Sin embargo, "Squib”, como se lo apoda al ex corredor por su baja estatura, fue resucitado dos veces, estuvo semanas conectado a un respirador y meses en hospitales.
Las lesiones fueron múltiples: fracturas expuestas, hematomas cerebrales y pulmonares, y una pierna izquierda gravemente dañada. Aunque logró conservarla, su funcionalidad nunca fue la misma. Hoy, tiene una diferencia de casi 4 centímetros entre ambas piernas y depende de una silla de ruedas en ocasiones.
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Martin Donnelly hoy
Pese a todo, Martin nunca expresó odio ni rencor hacia el deporte que casi lo mata. Se transformó en formador de pilotos y hasta ofició como comisario de la FIA en algunos eventos. A diferencia del personaje ficticio que lo homenajea parcialmente, él no sufre pesadillas ni traumas: “No lo recuerdo, así que no me marcó”.
