Antes de que las raquetas, el césped de Wimbledon o el polvo de ladrillo de Roland Garros se hicieran protagonistas, existía un juego que cautivaba a la nobleza europea: el Jeu de Paume. Este deporte, que nació en la Edad Media francesa, fue el auténtico antecesor del tenis y llegó a ser tan influyente que incluso dio origen a varias expresiones, costumbres y reglas que aún hoy sobreviven en la disciplina moderna.
Su nombre, que en francés significa "juego de palma", no es casual. En sus orígenes, los jugadores golpeaban la pelota directamente con la mano desnuda. Con el tiempo, ese contacto fue evolucionando hacia el uso de guantes, paletas y finalmente raquetas, pero la esencia del juego se mantuvo viva durante siglos. Lo más llamativo es que no solo era popular, también fue considerado un deporte de reyes, practicado por figuras históricas como Enrique VIII de Inglaterra y Luis X de Francia.
Aunque hoy es casi un secreto a voces para muchos fanáticos del tenis, este deporte fue tan importante que incluso tuvo su propio campeonato mundial, canchas diseñadas especialmente y reglas muy distintas a las actuales. Explorar su historia es también descubrir el origen profundo de uno de los deportes más globales del planeta.
¿Qué era el Jeu de Paume?
El Jeu de Paume surgió en Francia alrededor del siglo XI y, durante siglos, fue uno de los “pasatiempos” favoritos de la aristocracia europea. La esencia del juego consistía en hacer rebotar una pelota contra una pared o red, utilizando al principio solo la palma de la mano. Esta forma primitiva fue evolucionando rápidamente, pero el nombre nunca cambió, incluso cuando la mano dejó de usarse.
Las primeras pelotas eran de cuero y rellenas de cabello humano o lana, lo que las hacía más pesadas y lentas que las actuales. Las canchas eran cerradas, con techos y estructuras irregulares que formaban parte del juego: las pelotas podían rebotar en paredes o salientes, y existían reglas específicas para esos rebotes. Era un deporte tan estratégico como físico, y requería un dominio técnico exquisito.
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La popularidad del Jeu de Paume fue tal que para el siglo XVI había más de 1.500 canchas en toda Francia. En Inglaterra, donde se lo conocía como "Real Tennis", se volvió una obsesión para los monarcas. Luis X incluso murió tras jugar un partido extenuante en 1316, y Enrique VIII mandó construir su propia cancha en Hampton Court Palace, que aún hoy puede visitarse.
De la palma a la raqueta: así fue su evolución
A medida que el Jeu de Paume se extendía por Europa, el juego fue cambiando. Primero se incorporaron guantes acolchados para proteger las manos; luego aparecieron las primeras paletas de madera. Recién en el siglo XVI se introdujeron las raquetas con cuerdas de tripa natural, lo que transformó por completo la dinámica del deporte: la pelota podía ir más lejos, con más efecto y velocidad.
Las canchas también cambiaron. Aunque las cubiertas seguían siendo populares, en algunos países comenzaron a practicarse versiones al aire libre, con menos restricciones y más parecido al tenis moderno. Uno de los detalles que más llama la atención es que el sistema de puntuación (15, 30, 40 y Game) tiene su origen en este juego, posiblemente vinculado al uso de relojes o movimientos de manos en los marcadores antiguos.
La Revolución Francesa marcó un punto de inflexión. Aunque el Jeu de Paume siguió practicándose, fue perdiendo protagonismo frente a nuevas formas del juego al aire libre. Una escena histórica clave fue el famoso “Juramento del Juego de Pelota” (Serment du Jeu de Paume) de 1789, donde los revolucionarios franceses se reunieron en una cancha de Juego de Palma para comprometerse a redactar una nueva constitución.
El nacimiento del tenis moderno
El tenis moderno como lo conocemos hoy comenzó a tomar forma en Inglaterra durante el siglo XIX. Fue allí donde se estandarizó el uso de raquetas, se definieron las medidas de la cancha y se trasladó el deporte a espacios abiertos, con césped como superficie habitual. La primera edición de Wimbledon en 1877 marcó un antes y un después en la evolución del juego.
Sin embargo, el vínculo con el Jeu de Paume nunca desapareció del todo. De hecho, el grito "Tenez!" (¡ahí va!), que usaban los jugadores franceses al sacar, dio origen a la palabra “tennis”. Además, el Real Tennis británico, descendiente directo del Jeu de Paume, todavía se practica en pequeños círculos y con torneos organizados, especialmente en Reino Unido, Estados Unidos y Australia.
Jugadores y curiosidades del Jeu de Paume
Aunque no existía un circuito profesional como hoy, algunos nombres quedaron registrados como grandes campeones del Jeu de Paume. Por ejemplo, Pierre Barcellon, considerado uno de los mejores jugadores del siglo XVIII, publicó un tratado sobre las reglas del juego. También se recuerda a Edmond Barre, campeón francés que dominó en la década de 1820 y que fue uno de los primeros jugadores en usar raquetas con cuerdas bien tensadas.
Un dato poco conocido es que el Jeu de Paume fue deporte olímpico en París 1900, aunque solo se jugó una vez. El campeón fue el estadounidense Jay Gould II, y ese fue el único oro olímpico entregado en esta disciplina.
Hoy, quedan apenas unas 50 canchas activas de Jeu de Paume en todo el mundo, y la mayoría son consideradas patrimonio histórico. Algunas de ellas, como las de Versalles o Fontainebleau, todavía reciben visitantes curiosos que quieren descubrir las raíces del tenis.
