Qian Hongyan tenía apenas cuatro años cuando su vida cambió de manera drástica. Un accidente de tránsito la dejó sin ambas piernas, y proveniente de una familia con recursos muy limitados, parecía que su futuro estaba marcado por la dependencia y la adversidad. Sin embargo, su historia no sería una de resignación, sino de creatividad, coraje y superación. Gracias a la inventiva de su abuelo, que utilizó medio balón de baloncesto y palos de madera para que pudiera desplazarse, la joven comenzó a dar sus primeros pasos de manera poco convencional, convirtiéndose rápidamente en un símbolo de esperanza para su comunidad.
Desde muy joven, la fuerza de Qian llamó la atención de los medios locales e internacionales. Conocida como “la niña pelota”, su historia de resiliencia tocó los corazones de millones, generando donaciones que le permitieron viajar a Pekín para recibir sus primeras prótesis. A partir de allí, su vida comenzó a transformarse: dejó la silla improvisada y comenzó a adaptarse a nuevas formas de movilidad, demostrando que incluso las circunstancias más duras pueden ser un impulso para alcanzar metas inesperadas.
Su camino hacia la natación fue otro desafío que transformó su vida. A pesar de la falta de experiencia y la dificultad de nadar con sus prótesis, ella se unió a un club local para personas con discapacidad, aprendió a flotar y, con disciplina y esfuerzo, comenzó a competir. Sus primeros éxitos nacionales en China la consolidaron como una atleta prometedora, y finalmente la llevaron a representar a su país en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, marcando un hito en su vida y en la historia del deporte paralímpico chino.
Primeros pasos: la invención que cambió su vida
Cuando Qian perdió sus piernas, su familia no tenía recursos para prótesis. Su abuelo tuvo la idea de cortar un balón de baloncesto por la mitad, rellenarlo con algodón y colocarle palos de madera para que pudiera moverse. Con esta ingeniosa solución, aprendió a desplazarse sola, desarrollando fuerza en brazos y tronco mientras se adaptaba a una vida con movilidad limitada. Este método improvisado le permitió integrarse con otros niños y sobrevivir en su entorno, y le valió el apodo de “la niña pelota” o “Basketball Girl”.
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Claro que la historia se difundió rápidamente a través de los medios locales e internacionales. Millones se conmovieron y comenzaron a enviar donaciones para financiar sus prótesis y tratamientos. Gracias a este apoyo, pudo viajar a Pekín y recibir sus primeras piernas artificiales. A partir de allí, su movilidad mejoró, y la niña, que antes se desplazaba sobre medio balón, comenzó a caminar con mayor independencia. Este primer paso fue crucial para construir la base de su futura carrera deportiva.
Ingreso a la natación y primeros logros
En 2007, precisamente a sus 11 años, Hongyan se unió al club de natación “South of the Cloud”, especializado en jóvenes con discapacidad. Aunque al principio tuvo miedo y dificultad para adaptarse al agua, su determinación la llevó a progresar rápidamente. En 2009 ganó su primera medalla de oro en los Juegos Paralímpicos Nacionales de China y continuó cosechando éxitos, incluyendo varias medallas de oro y plata en competiciones nacionales en Yunnan. Estos logros consolidaron su reputación y la convirtieron en un ejemplo de perseverancia.
Participación en los Juegos Paralímpicos
Qian representó a China en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Aunque no logró avanzar en los 100 metros braza, su presencia marcó un hito personal y nacional. Su historia demostró que la discapacidad física no es un límite para aspirar a competir a nivel internacional. Además, su desempeño le otorgó reconocimiento y la motivó a continuar entrenando para alcanzar nuevos objetivos deportivos.
Evolución de sus prótesis y superación personal
A los 18 años, la deportista recibió un par de prótesis modernas en 3D que replicaban la anatomía de piernas reales. Estas le permitieron moverse con mayor naturalidad y comodidad, dejando atrás las prótesis de palo y la pelota de baloncesto que la acompañaron durante su infancia. Gracias a estas innovaciones, su vida cotidiana y su entrenamiento se volvieron más efectivos, consolidando su independencia y confianza.
Logros recientes y actualidad
En los XI Juegos Nacionales para Personas con Discapacidad en Xi’an, ganó la medalla de plata en 100 metros braza SB5, con un tiempo de 1:51:96, demostrando que su talento sigue vigente. Además, se mantiene activa en redes sociales, especialmente Instagram, donde comparte su historia, sus entrenamientos y su vida diaria, inspirando a millones de personas con discapacidad a luchar por sus metas.
Actualmente trabaja en una oficina en Yunnan cuando no compite, equilibrando su vida laboral con su pasión por la natación.
Qian Hongyan pasó de ser “la niña del balón de baloncesto” a “la chica pez”, un símbolo de superación que demuestra que la adversidad puede convertirse en fuerza. Su historia ha inspirado campañas de apoyo a familias en situación de pobreza y ha cambiado la percepción sobre las capacidades de las personas con discapacidad en China.
