El mundo del automovilismo despidió este fin de semana a una de sus figuras más entrañables fuera de la pista: Roscoe, el bulldog francés inseparable de Lewis Hamilton. El perro, que acompañó al siete veces campeón del mundo durante más de una década en los circuitos de Fórmula 1, murió el domingo 28 de septiembre luego de permanecer cuatro días en coma por una neumonía que lo obligó a estar conectado a soporte vital.
Este “peludito” tenía 12 años y medio y se convirtió en un símbolo de ternura en un entorno tan competitivo como la F1. No solo fue la compañía constante del piloto británico, también se transformó en un personaje querido por los aficionados que seguían con atención sus apariciones en el paddock.
La noticia conmovió a la comunidad del deporte motor. Hamilton compartió un emotivo mensaje en redes sociales en el que relató el difícil momento que vivió al despedirse de su amigo: “Después de cuatro días con soporte vital, luchando con todas las fuerzas que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. Nunca dejó de luchar, hasta el final”.
La despedida de Hamilton
El piloto de Ferrari describió el dolor que sintió por la partida de su bulldog, con palabras que conmovieron a sus millones de seguidores:
“Me siento muy agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo. Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado y siempre apreciaré los recuerdos que creamos juntos”.
“Aunque perdí a “Coco” (como Lewis lo apodaba), nunca antes me había enfrentado a poner a dormir a un perro… Es una de las experiencias más dolorosas y siento una conexión profunda con todos los que han pasado por la pérdida de una querida mascota”.
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Un legado que trasciende las pistas
La mascota no fue solo el perro de un campeón mundial; se convirtió en una figura reconocida en la Fórmula 1 y en la moda. Con su estilo particular, llegó a "trabajar" como modelo profesional y hasta protagonizó campañas de diseño junto a Hamilton. Incluso, tenía su propia cuenta de Instagram (@roscoelovescoco), donde superó el millón de seguidores.
La máxima entidad del automovilismo también le dedicó un mensaje en sus redes: “Descansa en paz Roscoe Hamilton, una verdadera estrella por derecho propio… gracias por las huellas que dejaste en todos nuestros corazones”.
Su partida deja un vacío profundo en la vida de Lewis Hamilton, pero también un legado de amor y lealtad que trascendió fronteras. “Murió la tarde del domingo 28 de septiembre en mis brazos”, concluyó el piloto, sellando con esas palabras la despedida más difícil de su vida.
