Las noticias sobre Omar Chávez, hijo de Julio César Chávez, suelen ser explosivas. Si no es por sus peleas arriba del ring o los regaños de su papá, el menor de la dinastía se ve involucrado en situaciones extra-deportivas, que le han costado la credibilidad entre los apasionados del boxeo.
La última vez que el llamado 'Businessman' se calzó los guantes fue el 29 de junio de 2019, en la batalla ante Oziel Santoyo que terminó perdiendo luego de 10 rounds. Desde entonces, su carrera se vio detenida y quedó en medio de varios escándalos personales: entre ellos, el video publicado en redes sociales en el que se aprecia a Chávez con una pistola y varios fajos de billetes.
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Con la posibilidad de pelear en noviembre, en la misma función que su hermano Julio César Chávez Jr., Omar ha retomado los entrenamientos en Culiacán, Sinaloa, pero también viejas aficiones. Una de ellas: el futbol y su identificación con los colores de Chivas, el equipo de su papá y suyo también.
Después del triunfo del Rebaño en el Clásico Tapatío ante el Atlas, ‘El Businessman’ presumió la camiseta rojiblanca en una de sus historias de Instagram y celebró la victoria por 3-2, del pasado sábado. Sin una fecha definida para su regreso, el menor de los Chávez centra su atención en asuntos que lo inspiran para seguir adelante. Con su carrera, con su vida, con todo lo que le rodea.
"Omar siempre tiene la oportunidad de boxear en mis peleas, es mi hermano. Cuando él se prepara bien es buen boxeador, pero vamos a hacer peleas buenas, de calidad; si él está bien preparado va a entrar y si no, no", advirtió Chávez Jr., sobre el posible regreso de su hermano al boxeo profesional. Todo, igual que antes, volverá a depender de él.
AAH