Como técnico del América, Mario Carrillo consiguió un récord de 32 partidos sin derrota en el futbol mexicano. Eran los tiempos de jugadores como Cuauhtémoc Blanco, Claudio López, Pavel Pardo y Kléber Boas. También, de un joven llamado Guillermo Ochoa, quien hacía de suplente en la banca.
Carrillo llegó al América en el Apertura 2004, en remplazo del argentino Oscar Ruggeri. A su arribo, se encontró con que el portero titular era Sebastián Saja, un hombre traído de Sudamérica que había sido cuestionado por los aficionados americanistas.
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Entre las primeras decisiones del técnico, estuvo cambiar los roles entre Saja y Ochoa: el argentino se fue al banco, mientras que el joven de los risos tuvo su oportunidad como titular. Aquel cambio fue recordado por el llamado ‘Capello’ en una transmisión de la cadena ESPN, celebrando aquel equipo que rompía récords en México.
“Cuando yo llego, estaba Saja como titular. Y yo quité a Saja y puse a Memo”, señaló, a propósito de la carrera de Ochoa como arquero de las Águilas. La anécdota vino al caso mientras se debatían temas actuales del equipo, donde Carrillo fue campeón en el Clausura 2005 y Campeón de Campeones del mismo año.
Por último, el exestratega de las Águilas compartió detalles de la ausencia de Ochoa en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde el responsable de la Selección Mexicana era Javier Aguirre: "Le rogué a Javier que jugara (Ochoa). Le metía cartas por abajo de la puerta y le hablaba de lo que fue él en el América. Javier pasó por alto todo eso y prefirió a Óscar Pérez, a quien conocía".