La sonrisa le volvió al rostro a Tom Brady. El veterano mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers volverá a pelear por un Super Bowl, el décimo en su carrera, para buscar su séptimo de anillo de campeón de la NFL. Pero el año no fue nada fácil, ni en el emparrillado ni en temas familiares por temas de coronavirus.
El quarterback de 43 años, la pasó mal en un momento de la campaña, al tener a dos de sus familiares contagiados de Covid-19, lo cual lo mantenía distraido.
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Fue el padre del jugador quien reveló dicha información y dijo que él y su esposa, ambos de 76 años de edad, estuvieron con cuidados especiales por esa razón.
Nunca nos perdimos un juego en Michigan o New England o donde fuera", declaró a ESPN. "Durante los primeros dos partidos cuando estuve en el hospital, ni siquiera me importaba si estaban jugando, mucho menos perderme el partido. Era una cuestión de vida o muerte, como cualquiera que va al hospital. Es algo serio", confesó.
Enfatizó que fue la primera vez que se perdió un partido de su hijo, pues no pudieron ver los primeros duelos de Brady con el jersey de los Bucs, pues él fue hospitalizado, mientras su esposa Galynn, quien además es sobreviviente al cáncer de mama, era cuidada por su hija, que es enfermera.
Sólo somos una representación de 25 millones de americanos que han tenido esta cosa hasta ahora", dijo.
El padre del quarterback también compartió lo difícil que fue para su hijo saber a sus padres en esa situación. Incluso dijo que Brady le hablaba diario por teléfono y hacían videollamadas en camino a los entrenamientos para ver la evolución de su padre.
Tommy peleó con eso y ahora, está en el retrovisor", sentenció. "Estamos sanos, estamos felices y todo está bien".
Afortunadamente para la familia Brady, tanto el padre como la madre del mariscal de campo multicampeón de la NFL están sanos y salvos para poder ver a su hijo disputar un nuevo Super Bowl, el que puede ser su séptimo campeonato.
Este año ha sido increíble", expresó Brady Sr. "No saber dónde vamos a comenzar la temporada y estar donde estamos al final de la campaña simplemente es un acontecimiento sorprendente en lo que a mí respecta. Llegar al décimo Super Bowl en 19 años de jugar es hermoso, es incomprensible, de hecho. Está más de cualquier cosa que hayamos podido imaginar", finalizó.
FDR