Una jugada insólita dejó marcado el Clásico argentino. En el cierre del partido, Federico Girotti entró por la banda derecha, desbordó, mandó un centro al área y provocó el desvío con la cabeza de Carlos Izquierdoz, quien, ante la salida del portero Esteban Andrada, pareció mandar la pelota al fondo de la portería de Boca Juniors.
No obstante, el efecto del golpe cambió su dirección y permitió la reacción de Andrada, para rechazar y mandar la pelota a tiro de esquina.
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Lo insólito de la jugada provocó reacciones de todo tipo entre los jugadores y aficionados de los dos equipos. En redes sociales, por ejemplo, el nombre de Diego Armando Maradona se repitió por miles de veces.
Los xeneizes atribuyeron el desenlace de la acción a una “ayuda milagrosa” de Maradona, presente en el estadio La Bombonera en varias banderas colagadas y el recuerdo de su palco.
“Gracias, Diego”, expresaron los aficionados locales, pues, de haber significado el segundo gol de River, la derrota quedaba sentenciada.
Más allá de las pocas explicaciones, Boca y River empataron 1-1 en otra edición del Clásico argentino. Empezaron ganando los locales, con el gol del colombiano Sebastián Villa; y, ya en el complemento, Agustín Palavecino puso el tanto de los ‘Millonarios’ para quedarse con el punto de visita.