Mike Tyson está rodeado de un universo de anécdotas durante su prolífica vida como boxeador, una carrera marcada por la polémica, la victoria, el drama y la superación, pero también de momentos muy curiosos, como el que vivió al momento de conocer a Brad Pitt.
El actor de Hollywood no se llevó muy buenas sensaciones de aquella ocasión, pues a finales de los años 80, Tyson era de los hombres más temidos en el medio deportivo.
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Fue en el libro autobiográfico Undisputed Truth y en el programa The Real, donde el ex peleador contó la anécdota de cuando Brad Pit le pidió que no lo golpeara.
¿Por qué fue la plegaria de Brad Pitt?
Todo empezó cuando en 1989, Mike Tyson estaba en el proceso de separarse de su entonces esposa, la actriz Robin Givens, con quien mantenía relaciones sexuales pese a estarse separando.
Ese día tenía que ir a la oficina de mi abogado pero decidí pasar por la casa de Robin por un ‘rapidito’. Qué puedo decir, yo era joven y la extrañaba”, confesó Tyson, quien en ese momento de llevó una gran sorpresa.
Cuando no tuvo respuesta de Givens, el entonces boxeador decidió irse a casa, pero antes alcanzó a ver a su aún esposa con Brad Pitt.
La veo que venía acompañada por el apuesto Brad Pitt. Ahí pensé ‘mierda, hoy no tendré ningún rapidito’”, dijo entre risas en el programa televisivo The Real.
Tyson señaló que el actor estadunidense se atemorizó y le pidió que no lo golpeara.
Brad debió haber estado ebrio o algo, pero me imploraba que no le pegara y me decía que sólo estaban repasando un libreto”, relató Tyson. “No fue la mejor manera pero ahí lo conocí. Y la verdad es que me pareció un tipo muy amigable. No estoy enojado con Brad, de ninguna manera. Claramente no le guardo rencor porque, si así fuese, ya no estaría vivo”, añadió el pugilista.
Sin embargo, Robin Givens aseguró en entrevista con Wendy Williams que las cosas no sucedieron de esa manera, además de confesar que Tyson no tuvo qué ver en la ruptura que tuvo con Brad Pitt.
Brad y yo nos conocimos en una clase de actuación y era un momento en el que ambos nos tomábamos muy en serio nuestro trabajo. Además, no podíamos caminar por la calle y la gente revisaba nuestra basura. Era mucho para los dos”.
FDR