Cuando los fans van al estadio a ver un partido de beisbol, los deseos por quedarse con una pelota crecen, pero en ocasiones, se hace hasta lo imposible con tal de quedarse con ese recuerdo, como le sucedió a un seguidor de Los Angeles Dodgers.
Es tradición comprar una cerveza, nachos o hot-dogs para ver el juego desde la tribuna, pero que una pelota te tire tu comida o botana es, para muchos una desgracia, pero para otros una verdadera alegría por ser afortunado de quedarse con 'doña blanca'.
Seguir leyendo ...
A uno de los aficionados que se dio cita en el parque para ver el duelo entre Dodgers y los Colorado Rockies, eso le pasó, pero no sólo se quedó con la pelota, sino con algo más.
Fue en la novena entrada de dicho partido cuando Justin Turner, de Los Angeles, metió batazo para cruzar la pelota por todo el jardín izquierdo, casi central, donde un fan puso las manos para quedarse con la pelota que iba directa a él. Aunque se le pasó por en medio de las manos, terminó con la pelota en su poder, además de su lugar sucio, dado que sus nachos fueron derribados por la pelota.
La ropa del aficionado quedó sucia de queso por los nachos tirados. Incluso su acompañante le hizo ver el desastre, pero él celebró haberse quedado con la pelota. Aunque no se sabe su nombre, los fans lo bautizaron como 'Nacho Man'.
Un regalo de los Dodgers
Después de ver las repeticiones y mostrar la curiosa escena, durante una entrevista en la que el afortunado fan habló de su experiencia, personal de los Dodgers se acercaron para regalarle una sudadera, pues la que llevaba se ensució de queso para nachos.
Pero eso no fue todo, pues el propio Justin Turner le envió una orden de nachos para compensar la que le tiró con su toletazo.
El 'Nacho Man', además de quedarse con la pelota, disfrutó de otra orden de nachos, sudadera nueva y la felicidad del triunfo que obtuvieron los Dodgers esa noche por 4-2 sobre los Rockies para ponerse con marca de 10-2.
FDR