El futbol no tiene fronteras y tampoco entiende de pasiones. Tras la llegada de la Selección Mexicana a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los aficionados japoneses se acercaron a la capital del país para estar cerca de los mejores atletas del mundo.
Entre ellos, estuvo Takushi, un ciudadano de Yokohama que vivió durante algunos meses en México -hace más de 20 años- y viajó con su familia a las afueras del complejo olímpico, para saludar a los jugadores del Tricolor. Especialmente, a tres de ellos: Roberto Alvarado, Luis Romo y el portero Sebastián Jurado.
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En una entrevista con El Heraldo de México, publicada el 3 de marzo de 2020, Takushi confesó su pasión por Cruz Azul desde 1999, el equipo del que se enamoró mientras pasaba sus días en la Ciudad de México.
“Tengo cinco camisetas de Cruz Azul, un reloj y un conejo de peluche. Pienso en el América y en Chivas como mis mayores rivales, pero no los odio. Entendí que, si tengo sentimientos de ese tipo, no puedo disfrutar del futbol plenamente. En Japón, una vez encontré a otro aficionado con la camiseta celeste”, dijo.
La recompensa de ver a sus ídolos
Cuando los jugadores del Tricolor llegaron a las instalaciones de la Villa Olímpica, se sorprendieron y no dudaron en saludar a la familia japonesa que los esperaba en la puerta. Entre autógrafos y fotografías, los jugadores cumplieron el sueño de Takushi, que presumió una de sus cinco camisetas en Japón.
“Estoy emocionado porque pasó algo muy feliz. Tal vez no pueda dormir esta noche. No tengas celos de mí, por favor”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
Tras recibir como recuerdo los tachones de Luis Romo, el aficionado japonés bromeó sobre el próximo partido que México jugará en unas horas frente a Japón.