Jaime Lozano es olímpico de abolengo, pues el técnico que dirige las riendas de la Selección Mexicana en Tokio 2020 no es el primero de su familia en participar en unos Juegos Olímpicos, aunque sí el único que quizá regrese a nuestro país con una medalla.
Su padre Jaime Lozano Aguilar representó a nuestro país en México 68 pero no como futbolista ni mucho menos como técnico de algún representativo, sino como boxeador al ganar su lugar con sus triunfos en la Olimpiada Nacional y luego en una segunda eliminatoria.
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Su tío Sergio, igualmente, participó en los juegos de Múnich 72 también en boxeo, donde contó con su hermano y padre de “El Jimmy” como entrenador.
Lo raro entonces no es que técnico del Tri olímpico vaya en busca de la medalla de bronce ante Japón, sino que no llegara a la justa veraniega siguiendo los pasos de su padre y su tío: El boxeo, que era el deporte que levantaba las pasiones en su familia.
Boxeador y entrenador
“Quedé campeón nacional y quien lo hacía representaba al país automáticamente. Entonces gané, quedé campeón y me dijeron no. Hubo otra eliminatoria en la Arena México y me los volví a ‘echar al plato’ y ya no hubo pretextos”, indicó Jaime Lozano padre en entrevista para Mediotiempo.
Ya en los juegos de México 68, enfrentó y derrotó por decisión unánime en primera instancia al ghanés Emmanuel Lawson, para luego caer por decisión dividida y controversial ante Peter Tiepold, de Alemania del Este.
Pero eso no detuvo sus ansias de conseguir una medalla y aunque ya no lo hizo como competidor, cuatro años después lo intentó como entrenador de su hermano, quien casi lo logra al vencer primero al nigeriano Joe Mensah y después al australiano Kerry Devlin, aunque en su tercer combate cayó por nocaut ante el keniano Richard Murunga y ahí acabaron los sueños de los Lozano.
Del ring a la actuación
Sobre por qué su hijo no eligió el boxeo, Lozano padre asegura que “El Jimmy” era muy calmado, que jamás quiso, a pesar de que él le quiso enseñar algo que él llevaba en la sangre, pues a pesar de que su papá jamás quiso que fueran boxeadores, él sí lo hizo incluso a escondidas en el Gimnasio Jordan.
Pero su vida cambió cuando tomó clases de actuación y en 1976 participó en la cinta “México, México, ra ra ra”, de Gustavo Alatriste. Luego participó en telenovelas como “Rosa salvaje”, “Amor en silencio” y “Corazón salvaje”, entre otras, además de encontrar también al amor de su vida: la actriz Ana Bertha Espín, madre de “El Jimmy” en la vida real y de “Benito” en la serie “Vecinos”, en su papel de “Lorena Ruiz de Ríos”.
EG