Este sábado se cumplen dos décadas de uno de los más grandes y terribles atentados en la historia de la humanidad: el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York en donde se estrellaron dos aviones y al Pentágono con otro aeroplano.
Esto fue presuntamente ejecutado por terroristas de al Qaeda, ya que secuestraron cuatro aviones comerciales para cometer esos atentados en donde murieron alrededor de 3000 personas. Los hechos provocaron que Afganistán (refugio de al Qaeda) fuera invadido poco después en una búsqueda por combatir el terrorismo.
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El 11 de septiembre se recuerda con mucho terror, vienen a la mente imágenes de muerte, destrucción y caos: cambió de forma radical la vida del mundo, los controles migratorios se volvieron más estrictos y muchos estadounidenses fueron afectados física y mentalmente.
Curiosamente, entre las historias del 11 de septiembre destaca la del histórico quarterback de la NFL Tom Brady.
Tom Brady y su historia tras el atentado
La NFL había comenzado su temporada unas horas antes del ataque a las Torres Gemelas con el Monday Night Football entre los Broncos de Denver y los Gigantes de Nueva York. El partido terminó 31-20 a favor de los Broncos.
Más tarde, chocaron los aviones contra los edificios, el futbol americano pasó a segundo plano y se aplazó la segunda fecha.
Todo cambió para la NFL cuando se reanudó, pues Drew Blodsoe, que era el mariscal de campo titular de los Patriotas de Nueva Inglaterra, se lesionó y en su lugar entró un joven desconocido con el número 12: Tom Brady.
En esa temporada gracias a él, los Pats ganaron el primer anillo de Super Bowl de su historia y Brady nunca se volvió a sentar en el banquillo: levantó un total de seis trofeos Vince Lombardi con Nueva Inglaterra y otro más con los Bucaneros de Tampa Bay, lo que le convierte en un histórico que tiene más títulos que cualquier equipo de la liga.
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